La Policía aborta una pelea multitudinaria de menores convocada en las redes
Se citaron para pegarse por las redes sociales, pero la Policía impidió que llegaran finalmente a las manos. Varias decenas de adolescentes de entre 13 y 16 años se reunieron el pasado viernes en las inmediaciones de la iglesia de San José de Cádiz para solventar a golpes los insultos que se habían ido transmitiendo durante la semana. Entre los convocantes se encontraban alumnos de centros educativos de Cádiz, Puerto Real, San Fernando y El Puerto de Santa María. Aunque los protagonistas que estaban dispuestos a liarse a trompadas no eran muchos, la expectación de casi dos centenares de niños desbordó el escenario. Una inusual concentración de jóvenes que llamó la atención de la Policía Nacional, alertada también por algunos padres y profesores de los institutos y colegios implicados. La Policía envió dos coches patrulla, un grupo de antidisturbios e inspectores de paisano, y entre todos lograron evitar la riña multitudinaria.
La presencia de las fuerzas de seguridad disuadió a los jóvenes que estaban dispuestos a todo, al tiempo que se disolvían los que habían acudido como espectadores. Los policías presentes en el altercado abortado requisaron varios objetos contundentes, cadenas y un puño americano a cinco jóvenes, de los que sospecharon inmediatamente ya que mantenían una actitud esquiva.
La Policía Nacional solicitó ayer a la Fiscalía de Menores que se interponga una sanción a estos cinco adolescentes en cuyo poder se encontraron objetos peligrosos en la vía. Ahora el fiscal, que ya ha abierto diligencias previas, debe decidir si les acusa de alguna falta o delito concreto. Estos cinco jóvenes, quienes en la misma noche del viernes fueron entregados a sus padres, podrían ser acusados también de intercambio de insultos y amenazas a través de las redes sociales. Una acusación que podría extenderse a otros jóvenes participantes en la convocatoria, aunque a estos no se les haya intervenido objetos peligrosos. Si la Fiscalía finalmente los acusa, las sanciones por este tipo de faltas nunca llevan aparejada la privación de libertad mediante internamiento en un centro de menores, a no ser que alguno de los implicados tenga antecedentes por hechos similares o más graves. Lo habitual es que, si el caso llega a juicio, se les obligue a hacer trabajos comunitarios o a pagar una multa.