El consumo intenso de cannabis distorsiona los recuerdos
El consumo intenso y continuado a lo largo de años de cannabis pasa factura a la memoria y especialmente a la capacidad de recuperar recuerdos y distinguir entre los que son reales y los que no. Esa función cerebral es complicada y requiere la activación de toda una red cerebral y en los grandes consumidores de cannabis, aunque llevaran más de un mes sin consumir, se detecta un déficit funcional. Y por eso llegan a tener falsos recuerdos, como cuando se envejece.
Es el principal hallazgo de un estudio comparativo entre personas que consumen intensamente y durante años y quienes no lo hacen y están sanos que han llevado a cabo entre el grupo de investigación en Neuropsicofarmacología Humana de Sant Pau y el grupo de Cognición y Plasticidad cerebral de Bellvitge.
A los dos grupos en estudio les mostraron una lista de palabras que debían aprender. Al cabo de unos minutos, les enseñaban de nuevo esas palabras, otras diferentes y un grupo de palabras relacionadas semánticamente con las primeras. A la hora de identificar las originales, los consumidores de cannabis recordaban con más frecuencia que el grupo sano palabras relacionadas que nunca estuvieron en la lista. Utilizaron ade- más resonancia magnética para observar qué se activaba en el cerebro para recordar. Y en los consumidores, el hipocampo, parte fundamental en la memoria, estaba mucho menos activo.
“Los consumidores deberían saber que uno de los efectos es este déficit funcional y que es probable que eso añada un empeoramiento en la memoria cuando envejezcan”, señala el investigador de Sant Pau Jordi Riba, autor principal del estudio y cuyo grupo investiga precisamente las cualidades del cannabis para controlar el dolor. “Se consume desde edades muy tempranas y el cannabis es especialmente nocivo para esta zona del cerebro”.