Artes que cohesionan
Un proyecto integrador y educativo fomenta la música, el teatro o la danza en las aulas de ocho centros de Girona
Los alumnos de tercero de la escuela Josep Pous i Pagès de Figueres escuchan por primera vez, en el más absoluto silencio, Imagine, de John Lennon. “¿En qué idioma os parece que canta?”, les cuestiona el guitarrista Domènec Ludeña, que dirige la clase de música de los viernes. “¿En hawaiano?”, titubea, dudando, uno de los niños. “No, canta en inglés”, le corrige el músico. A continuación, la canción vuelve a sonar interpretada ahora por un joven que toca el ukelele. “¿Conocéis algún acorde?”, les vuelve a interrogar el maestro. “Sí, el sol y el fa”, responden los alumnos.
El ukelele, un instrumento tradicional hawaiano de cuatro cuerdas, no es ningún extraño para este grupo de niños de 8 y 9 años. Desde el pasado mes de enero, cada alumno tiene uno que cuida con suma delicadeza y con el que practica un día a la semana bajo la batuta del maestro Ludeña, uno de los artistas que participan en un proyecto educativo que promueve la música, el teatro o la danza en las aulas para mejorar el clima escolar y favorecer la integración social.
La canción de un zombi viviente y de un banquero que no tenía sesos, sino billetes, se ha convertido en todo un himno para este curso, bautizado con el nombre artístico de Els Rumbalele. Empiezan la clase, primero marcando el ritmo con los pies y golpeando con la yema de los dedos la caja del instrumento. Luego ensayan los acordes. Al finalizar la actuación, los pupilos se levantan de sus sillas –colocadas en forma de media luna– y se inclinan hacia delante como si se trataran de los auténticos protagonistas de un concierto en un auditorio o teatro. Un anticipo de lo que puede ser en un futuro. La pequeña Sumaya, de 9 años, acaba la sesión con los dedos algo doloridos. “De mayor quiero ser músico y tocar el ukelele”, afirma, aunque reconoce “que todavía debo mejorar mucho”.
La escuela Pous i Pagès de Figueres es uno de los cinco centros de de primaria y tres de secundaria que forman parte del proyecto Planters, una iniciativa impulsada por la asociación Co- narte Internacional, una entidad que promueve las artes para mejorar la educación. El proyecto, dirigido a unos 500 alumnos, ha introducido la música (ukelele, violín, violonchelo o instrumentos de viento), el teatro o la danza en las aulas para mejorar el aprendizaje y la cohesión.
Una de las particularidades de los centros que forman parte de esta iniciativa, ubicados en Salt, Torroella de Montgrí, l’Estartit y Figueres, es que en la mayoría existe un alto porcentaje de población inmigrante en las aulas, próximo o superior al 50%, y una escasa participación de los jóvenes en la vida cultural y artística del municipio. Una situación que esta iniciativa quiere revertir. “El programa quiere tender puentes entre la escuela y la cultura”, sintetiza Montse Faura, vicepresidenta de Conarte Inernacional y directora del Festival de música de Torroella de Montgrí. El proyecto tiene vínculos con los festivales de teatro Temporada Alta de Girona y Salt, el de Torroella de Montgrí y L’Acústica de Figueres para que sus artistas se acerquen a las aulas y los niños puedan presenciar alguna actuación fuera del centro. “La mayoría de estos chicos no tienen muchas oportunidades para ir al teatro o al auditorio”, destaca Gemma Carbó, presidenta de Conarte Internacional y directora de la Càtedra de Polítiques Culturals de la Unesco de la UdG, entidad que evaluará el impacto del programa sobre los alumnos.
Aunque todavía es pronto para sacar conclusiones, la maestra de música de la escuela Pous i Pagès, Cristina Roca, destaca “la motivación y atención extra” de los alumnos cuando asisten a la clase de ukelele. “La sesión es un bálsamo”, remarca el director del centro, Xavier Costa. El programa, que tiene una duración de dos años, también busca reducir las tasas de absentismo escolar y aumentar las capacidades de aprendizaje de los beneficiarios del proyecto. Tiempo al tiempo.
En estos centros existe un porcentaje próximo o superior al 50% de alumnos inmigrantes