Rosas de marca
El Gremio de Floristas de Catalunya mostrará un distintivo con el que se hace garante de calidad
Estudiantes, asociaciones o, simplemente, ciudadanos que por la crisis, o no, tratan de buscar algún ingreso extra: este es el perfil de algunos de los vendedores de flores el día de Sant Jordi. Este año, tan sólo el Ayuntamiento de Barcelona ha concedido 4.111 licencias para vender rosas durante la Diada. En toda Catalunya se venderán unos seis millones, según las previsiones de Mercabarna-Flor. En establecimientos profesionales o por parte de amateurs con licencia o sin ella. No todas serán iguales, aunque la gran mayoría, el 80%, serán rojas, pero no de la misma calidad. Por eso los profesionales que forman parte del Gremio de Floristas de Catalunya lucirán un distintivo para recordar que sus flores son de calidad. No quiere decir que el resto no lo sean, pero las suyas serán de confianza.
“No estamos en contra de que colegios, partidos políticos o asociaciones e incluso particulares vendan rosas por Sant Jordi, porque forma parte de la tradición y porque las floristerías no podrían cubrir la demanda que hay ese día”, manifiesta el presidente del gremio, Lluís Vilagran. “Pero es necesario que las personas que venden estas flores tengan algún tipo de conocimiento para poder tratar la rosa y para recomendar a los clientes cómo cuidarlas”.
Según fuentes del gremio, el precio medio de la rosa para este día rondará entre los tres y los cinco euros. Aunque, precisamente por la propia competencia, los profesionales año tras año innovan con nuevas propuestas artesanales que, eso sí, pueden lle- gar a encarecer el producto final.
Los seis millones de rosas previstos –un tercio se venderán a través de Mercabarna-Flor– para este año son cifras similares a los últimos dos años. Aunque, como la Diada este año cae en día laborable y hay indicios de mejora de consumo, no se descarta que se puedan acabar superando las previsiones.
El rojo se sigue imponiendo, aunque menos. De este color se- rán el 80% de las rosas que se vendan, pero las flores de otros colores, según las previsiones de los mayoristas, representarán este Sant Jordi ya el 20% (el doble que el año pasado). No será la única novedad. “El sector de la rosa también recoge las tendencias de la sociedad y por eso este año se comercializará una rosa inspirada en la repostería, muy de moda ahora, o con un aire vintage o envejecido”, añade el presidente de la Asociación de Empresarios Mayoristas de Mercabarna-Flor, Miquel Batlle.
Además de rosas de colores co- mo la Adalonia (blanco verdoso), la Avalanche Avantique (marfil y rosa suave), la Marítima (color lavanda) o la Monet (bicolor), habrá una rosa cupcake, una con los colores del FC Barcelona y otra del Espanyol, así como con los colores de la senyera y estelada.
La mayoría será de importación: un 90%. Tan sólo el 10% procede de España (la mitad de Catalunya y el resto de Alicante, Murcia y Valencia, principalmente). Este año, eso sí, con respecto a años anteriores aumenta el número de flores procedentes de Holanda: en vez del 20% habitual serán el 30% debido, por un lado, a una producción “excepcional”, según fuentes de Mercabarna-Flor. También a la reducción del IVA del 21% al 10% que ha hecho que este año las rosas europeas sean más competitivas con respecto a las latinoamericanas que en los últimos años se han ido haciendo con el mercado. Colombia, en este sentido, si el año pasado supuso el origen del 43% de las rosas que se vendieron en Sant Jordi en Catalunya, este año será del 35%.
Se pondrá a la venta más de un centenar de variedades. Sólo de rosa roja ya hay 30 tipos diferentes, aunque la líder indiscutible volverá a ser la Freedom.
La previsión de Mercabarna-Flor es que se vendan unos seis millones en toda la comunidad