Rublev hace saltar la banca
El mejor júnior del 2014 sorprende a Verdasco con tan sólo 17 años y supera la primera ronda
Marina, la madre de Andréi Rublev, lloraba sin parar en las gradas de la central del RCT Barcelona. Su hijo, el mejor júnior del 2014, cuando ganó en Roland Garros, y hoy el 329 del mundo, estaba arrodillado celebrando la victoria ante Fernando Verdasco, campeón del 2010, y hoy 37 del mundo. Con sólo 17 años, Rublev, nacido en Moscú, sobrevivió al calor barcelonés y a la exigencia de un rival, en teoría, superior. Y lo hizo con descaro, jugando a todo o nada, con constantes golpes ganadores que descentraron al madrileño, que desperdició una ventaja de 2-5 en el primer set y cayó por 7-6 (4), 6-3, en 1 hora y 32 minutos.
“Ha sido una jornada increíble. No olvidaré nunca esta victoria ante un gran jugador”, comentó el rubio de Moscú, mientras se oían muchos gritos de apoyo en la grada, muchos provenientes de adolescentes que tenían muy clara su predilección: “Ha merecido ganar. Es tan mono”. El temor de sus seguidoras estaba justificado porque en el último juego, víctima de calambres, su movilidad quedó reducida, pero, una vez más, arriesgó al máximo y le salió cara. Increíble.
Posiblemente nunca había firmado tantos autógrafos Rublev. Atendió a todo el mundo con una sonrisa en la cara, aguantando el cansancio. Fotos, firmas en gorras o en libretas solicitadas por adultos y niños. Andréi no tuvo ninguna negativa y hasta deshizo el camino si llegaba algún rezagado. Él todavía no es una estrella, pero ayer se sentía como tal.
Rublev, que es un extraordinario tenista en ciernes, tiene el mismo nombre que el gran pintor de iconos ruso del siglo XV, al que Tarkovski le dedicó una película en 1971. Pero las habilidades de este Andréi son bien distin- tas: una derecha impecable, un revés muy eficaz y la mentalidad ganadora. Una combinación ideal que debe pulir. Pero tiempo tiene por delante para hacerlo. De momento, el recuerdo del partido de ayer nadie se lo quitará. Un duelo, por cierto, que abre una herida entre los dos jugadores porque Verdasco dijo que “me sorprende la mala educación que tiene, esa falta de respeto hacia el otro jugador en un tenista de 17 años”. El ruso replicó que “para él no debe de ser fácil perder con alguien tan joven como yo. Siempre es fácil decir que tu rival te ha desconcertado. Tal vez he celebrado de una forma inadecuada algunos pun- tos, pero yo soy así. También lo hace Cristiano Ronaldo”.
Es cierto que Rublev celebró algunos golpes ganadores con entusiasmo –tenía motivos para hacerlo– y también que abusó de coger la toalla entre cada punto. Pero la reacción de Verdasco, molesto por una derrota que no esperaba –de hecho reconoció que había estado a punto de no disputar el torneo por el cansancio de la gira estadounidense, pero que Albert Costa le convenció para que lo intentara–, estuvo fuera de lugar.
“La verdad es que no le conocía y ha estado muy acertado. Sabía que había vencido a Carreño en Miami, pero me ha sorprendido la forma cómo ha jugado, arriesgando mucho y ganando muchos puntos”, puntualizó también el madrileño, que está viviendo un año complicado, sin resultados de relieve más allá de las semifinales de Houston y Quito. Ayer, unos minutos sólidos en los que mostró pequeñas dosis de los excelentes golpes que posee le llevaron a mandar por 2-5 en el primer set, pero no amarró esta ventaja. Desperdició de forma infantil el siguiente juego y encajó el segundo break en el siguiente, con dos líneas, una de derecha y otra de revés, de Rublev, que disputa su primer torneo en tierra, para sentenciar. Tras perder con claridad en el tie break, Verdasco aguantó hasta el 2-2 en el segundo, que tuvo pese a todo un desenlace emocionante por los problemas físicos del ruso, que desperdició dos pelotas de partido con 15-40 y luego tuvo 40-0 para decidir. Tampoco lo aprovechó, pero sus dos golpes siguientes después del deuce fueron ganadores.
“Vi que tenía problemas y no quise jugármela. Aposté por alargar los puntos, pero él no cambió la táctica y le salió bien”, concluyó Verdasco, abatido. Su rival había dado una imagen de fortaleza impresionante y su alegría estaba plenamente justificada. Hoy se mide a Fabio Fognini.
EL FESTEJO DEL 329 DEL MUNDO “Tal vez he celebrado de una forma inadecuada algunos puntos, pero también lo hace Cristiano Ronaldo”