El Tesoro ya emite letras a 90 días con un rendimiento negativo
El Euribor a tres meses también entra en rojo por el exceso de liquidez del sistema
La respiración asistida que el Banco Central Europeo (BCE) está otorgando a la renqueante economía europea desde hace mes y medio sigue disparando artificialmente el precio de su deuda y hundiendo, por lo tanto, su rentabilidad. Sin distinciones –aunque con diferencias– por países, plazos y mercados (secundario y primario). Ayer, lo pudo comprobar el Tesoro español, que vio cómo por primera vez en la historia pudo colocar una emisión de letras a tres meses con rentabilidad nominal negativa (-0,025%).
A nueve meses, casi lo mismo: se ha pasado de un rendimiento pírrico del 0,05% en la subasta de marzo al insignificante 0,012% de ayer. En realidad, los tipos reales no son tan bajos como parece por culpa de la inflación, que como es sabido está anclada en cotas ne-
EN PRIMERA DIVISIÓN España se acerca a los países punteros de Europa y se aleja de los rescatados
A LA ESPERA DE LAFED El escenario actual va a prolongarse hasta que se vislumbre un alza de tipos en EE.UU.
gativas desde hace varios meses, lo que salva por los pelos la inversión de quien acude a la subasta y espera pacientemente a su vencimiento para cobrar lo prometido y recuperar el principal.
Pero, sea o no para tanto y dejando al margen el chorro de dinero proveniente de la Euro Tower de Frankfurt, la realidad es que España se está acercando a la primera división europea, es decir, Alemania y los países del centro y el norte a la hora de pedir prestado el dinero al mercado. Allí hace tiempo que todos los tesoros se financian gratis. España ya está en esa senda de los mejores, en parte gracias también a su mayor crecimiento, al tiempo que se separa de Italia, de los apestados –para la troika y los mercados– países rescatados y, por supuesto, de la maldita Grecia, que no logra salir del hoyo.
A corto plazo, todo seguirá así, según los expertos. “El BCE marca su ley y su actuación lleva a cada vez más segmentos del merca- do a tipos negativos”, explica Roberto Ruiz-Scholtes, director de estrategia de UBS en España. Y prosigue: “Hasta el verano, cuando puede estar más claro el momento en el que Estados Unidos empezará a subir tipos, veremos cómo sigue la tensión a la baja, que en el caso de España puede llevar a las letras a seis y nueve meses, y quizás a un poco más de plazo, a terreno negativo”.
Esta presión se traslada ya a parte de la economía, como muestra que el Euribor –el tipo de interés medio al que se prestan los bancos entre sí– entrara ayer en terreno negativo en las posiciones a tres meses (-0,001%), una referencia para algunas operaciones empresariales, aunque no para las hipotecas, que suelen estar indexadas al Euribor a un año.
La explicación es relativamente sencilla: “A los bancos se les cae el dinero de las manos porque no les sale a cuenta depositarlo en el BCE, ni comprar una deuda que no rinde en absoluto, ni prestárselo a otros bancos, que tampoco les dan absolutamente na- da”, comenta Lorenzo Dávila, de Ineo Corporate.
Es lo que pretendía el BCE. Su política expansiva –eso sí, con cerca de cuatro años de retraso respecto a la de la Fed estadounidense tanto por lo que se refiere al precio del dinero como al
quantitative easing o inyección de recursos en el sistema a través de la compra de bonos– tiene como objetivo reactivar la economía forzando a los bancos a prestar de una vez por todas. Y esto ya está sucediendo.
La inflación empieza a corregir su curva hacia abajo, el crecimiento se acelera aunque sea muy poco a poco y el crédito ya deja de caer o incluso crece en algunos países. En España, con el sobreendeudamiento de administraciones públicas, empresas y familias, tardará un poco más en verse un crecimiento del crédito, pero los expertos aseguran que la tendencia de fondo es la misma.
Para las familias y las empresas –Main Street o la economía real–, todo lo anterior tienen consecuencias. Si el Tesoro se financia bien, se aminora el coste de la deuda y es más fácil controlar el déficit público, lo que, en teoría, beneficia al conjunto de la economía. Además, para aquellos que tengan buenos proyectos y un historial limpio, empiezan a darse las condiciones para que los bancos les presten dinero. Y eso de rebote debería repercutir en lo que de verdad preocupa a muchísima gente al facilitar la inversión y la creación de empleo. En resumen, si los trazos del cuadro general continúan configurando el mismo paisaje, lo normal es que el ciudadano acabe notando de verdad la tan manida recuperación de la economía española tras seis o siete años de crisis.