Emprender sí, emprender no
Resulta que cuatro de cada diez jóvenes catalanes querrían ser emprendedores, pero el 73% considera que es muy difícil. Lo dice la II Encuesta para Jóvenes Emprendedores de Adecco, presentada anteayer. Ciertamente, es excelente que un 40% de jóvenes menores de 30 años quieran emprender, estén dispuestos a renunciar a un salario regular y a asumir un riesgo. Indica que en Catalunya no tenemos “funcionaritis” y que manda la iniciativa personal. Sin embargo, el ánimo se enfría un poco al comprobar, por ejemplo, que el 37% apuesta por abrir un bar o un restaurante. Eso no es tan distinto a lo que se había hecho durante años al quedar alguien en el paro y capitalizar las prestaciones. Vista la densidad de establecimientos, cabe suponer que quien quiere montarlo –salvo casos muy innovadores– no ha hecho un análisis serio de la oferta existente. Algo que debe corregirse y que liga con que casi la mitad de los jóvenes expresen como motivos principales para emprender “la ilusión de hacer algo propio” y “tener independencia”. Y en cierta forma, a que sólo un 17% se frene por “falta de formación”. ¡Bendita ilusión!, pero, conocimiento, cuanto más, mejor. Lo más positivo de la encuesta es que apunta que hay materia prima, empuje inicial. Ya se pulirán los defectos y nacerán iniciativas en sectores con más futuro. Emprender es algo muy serio, que implica gran vocación, dominio del oficio, tener la convicción de que el éxito está al alcance de la mano... y no contar horas de dedicación. Pero, sobre todo, estar preparado para, si se fracasa, no perder el espíritu de lucha y ser capaz de aprender de los errores para volver a empezar.