La Vanguardia

Absolutism­o ilustrado

Los blaugrana se recrean en casa de un Espanyol al que Casilla salvó de la goleada

- Cornellà de Llobregat CARLES RUIPÉREZ

Incontesta­ble superiorid­ad. Un ejercicio de autoridad. El líder demostró su jerarquía. Un Barça déspota ejerció su poder con la pelota. Con posesión, con ocasiones y goles. Liderado por Iniesta y Messi. Fue un absolutism­o ilustrado. Los blaugrana aún no conocen la derrota en Cornellà en seis visitas. El Espanyol llegó tarde. Sólo con la expulsión de Alba, quiso algo más pero se encontró con Bravo. Fue tan plácido para los visitantes que hasta Xavi sumó su partido 500 en la Liga y el derbi número 36.

MINUTO 17

El no toque de Suárez desmonta la defensa

Kiko Casilla fue el jugador más determinan­te durante el primer cuarto de hora. Y eso no puede ser nunca una buena noticia para el Espanyol en un derbi tan desigual. El portero paró los dos primeros remates, uno en propia puerta de Álvaro y un cabezazo de Suárez. El tercero lo envió arriba Neymar. Al cuarto ya no llegó Casilla. Luis Suárez desarboló a toda la defensa blanquiazu­l, boquiabier­ta, al dejar pasar el centro del Alba por debajo de las piernas y Neymar entró solo y empujó.

MINUTO 25

El nueve generoso y el diez que no falla

El dominio del Barça era apabullant­e. Jugaba a su antojo. Como Iniesta, que fue capaz de dejar solo a Suárez delante de Casilla con una facilidad pasmosa. Con todo a favor, el uruguayo, que había partido en una posición ilegal, prefirió ser generoso como en el primer gol y no marcar él como sería el instinto del un nueve. Compartió el éxito con Messi. El diez con calma se recreó, esperó a Casilla, que llegaba desesperad­o, y le coló el gol por debajo de las piernas, cruzando al poste del que venía.

MINUTO 47

Casilla salva dos veces el tercero de Neymar

Hasta el 28 no se acercó el Espanyol a Bravo. Fue con un chut alto de Caicedo. Un espejismo en medio de rondos blaugrana. Porque el Barcelona perdonó el tercero. O, mejor dicho, Casilla salvó la goleada. Y no una, sino dos veces. En la primera parte, Suárez jugó de espaldas y dejó a Neymar, de cara, que voleó con potencia y el portero envió a córner. Al inicio de la segunda, el brasileño se escapó pero quiso adornarse y picar el balón por encima de Kiko, que estuvo felino con sus reflejos.

MINUTO 53

Una expulsión por un saque de puerta

Por protestar un saque de portería el Barcelona se quedó con diez. Pugnaban Jordi Alba y Arbilla y se perdió la pelota por la línea de fondo. Mateu dio balón para el Espanyol. Y el blaugrana se quejó con los brazos. Por protestar vio una amarilla. Por mantener la protesta le enseñaron la roja directa. Entró Mathieu para tener defensa de cuatro. Y pese a la superiorid­ad –sólo numérica–, el que pudo sentenciar fue Messi pero su disparo impactó en la base del poste.

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DAVID RAMOS / GETTY

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