Pasajeros con derechos
El cálculo de las indemnizaciones se hará en función de lo transportado tanto en la bodega como en los enseres personales
Podría haber sido mucho peor y ahora, en lugar de un barco incendiado y oportunamente evacuado, podríamos estar hablando de un trágico naufragio al suroeste de Mallorca. Todo ha sido por acumulación de circunstancias: de un lado porque la de ayer era una travesía entre semana, en la que el negocio principal de las navieras es la carga y no el transporte de pasajeros: poco más de 150 personas viajaban ayer a bordo del Sorrento, en el que pueden viajar casi mil pasajeros.
Por otra parte, era de día, una condición mucho más fácil para realizar una evacuación y sobre todo porque el tiempo en el mar de Baleares era ayer generoso: sol y poco viento, lo que se tradujo en un mar en calma por donde, además, navegaban dos buques de º, que a la sazón es la competidora de Trasmediterránea en varias líneas. Como en la vida y sobre todo en el mar en circunstancias de peligro, primero fue la gente y después el negocio: los capitanes de ambos buques los desviaron de sus rutas para llegar inmediatamente a asistir a un buque en problemas.
Si no hay problemas mayores, el buque será remolcado a puerto y allí se iniciarán las investigaciones, tanto por parte judicial como por una unidad especializada: la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos. Como en aviación, el equipo trabajará en el esclarecimiento de las causas que motivaron el incendio, la no extinción a tiempo y después deberá establecer unas recomendaciones que incidan en la mejora de la seguridad marítima.
Desde que conoció el alcance del incendio, la aseguradora del buque se ha puesto en marcha para afrontar las posibles indemnizaciones que se tendrán que abonar en función de lo transportado tanto en los vehículos de la bodega como en los enseres personales de los pasajeros.
Los cálculos de las indemnizaciones en el transporte aéreo o marítimo se calculan con el DEG o Derecho Especial de Giro, que es la Unidad de Cuenta del Fondo Monetario Internacional. Este constituye una cesta de monedas que incluye al euro, dólar USA, yen japonés y libra esterlina. La de los DEG es una mezcla similar a la del propio buque incendiado ayer: matriculado en Italia, operado por una compañía española y con una tripulación multinacional, con oficialidad siempre europea y tripulación de otros países.
Buscando un ejemplo cercano en el tiempo y circunstancias, la compañía Costa Cruceros ofreció como indemnización a los pasajeros unos DEG correspondientes a 11.000 euros, aunque los pasajeros españoles consiguieron que una juez de Madrid condenase a la naviera a indemnizarles con una cifra superior, de algo más de 17.500 euros, sumando los daños físicos y la pérdida de equipaje. Por otro lado estarán los cálculos de vehículos comerciales y camiones transportados en las bodegas, un conflicto jurídico que probablemente se dilatará.