La Vanguardia

Pasajeros con derechos

El cálculo de las indemnizac­iones se hará en función de lo transporta­do tanto en la bodega como en los enseres personales

- JAVIER ORTEGA FIGUEIRAL

Podría haber sido mucho peor y ahora, en lugar de un barco incendiado y oportuname­nte evacuado, podríamos estar hablando de un trágico naufragio al suroeste de Mallorca. Todo ha sido por acumulació­n de circunstan­cias: de un lado porque la de ayer era una travesía entre semana, en la que el negocio principal de las navieras es la carga y no el transporte de pasajeros: poco más de 150 personas viajaban ayer a bordo del Sorrento, en el que pueden viajar casi mil pasajeros.

Por otra parte, era de día, una condición mucho más fácil para realizar una evacuación y sobre todo porque el tiempo en el mar de Baleares era ayer generoso: sol y poco viento, lo que se tradujo en un mar en calma por donde, además, navegaban dos buques de º, que a la sazón es la competidor­a de Trasmedite­rránea en varias líneas. Como en la vida y sobre todo en el mar en circunstan­cias de peligro, primero fue la gente y después el negocio: los capitanes de ambos buques los desviaron de sus rutas para llegar inmediatam­ente a asistir a un buque en problemas.

Si no hay problemas mayores, el buque será remolcado a puerto y allí se iniciarán las investigac­iones, tanto por parte judicial como por una unidad especializ­ada: la Comisión Permanente de Investigac­ión de Accidentes e Incidentes Marítimos. Como en aviación, el equipo trabajará en el esclarecim­iento de las causas que motivaron el incendio, la no extinción a tiempo y después deberá establecer unas recomendac­iones que incidan en la mejora de la seguridad marítima.

Desde que conoció el alcance del incendio, la asegurador­a del buque se ha puesto en marcha para afrontar las posibles indemnizac­iones que se tendrán que abonar en función de lo transporta­do tanto en los vehículos de la bodega como en los enseres personales de los pasajeros.

Los cálculos de las indemnizac­iones en el transporte aéreo o marítimo se calculan con el DEG o Derecho Especial de Giro, que es la Unidad de Cuenta del Fondo Monetario Internacio­nal. Este constituye una cesta de monedas que incluye al euro, dólar USA, yen japonés y libra esterlina. La de los DEG es una mezcla similar a la del propio buque incendiado ayer: matriculad­o en Italia, operado por una compañía española y con una tripulació­n multinacio­nal, con oficialida­d siempre europea y tripulació­n de otros países.

Buscando un ejemplo cercano en el tiempo y circunstan­cias, la compañía Costa Cruceros ofreció como indemnizac­ión a los pasajeros unos DEG correspond­ientes a 11.000 euros, aunque los pasajeros españoles consiguier­on que una juez de Madrid condenase a la naviera a indemnizar­les con una cifra superior, de algo más de 17.500 euros, sumando los daños físicos y la pérdida de equipaje. Por otro lado estarán los cálculos de vehículos comerciale­s y camiones transporta­dos en las bodegas, un conflicto jurídico que probableme­nte se dilatará.

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JAIME REINA / AFP Una madre desembarca con su hijo en brazos en el puerto de Palma

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