Abriendo camino
Antonio Martínez Comín, presidente de la firma de consultoría empresarial que lleva su nombre, falleció el pasado viernes 17 de abril en Barcelona a la edad de 89 años. Inició su carrera profesional en 1939, a los 14 años, compatibilizándola con su formación académica.
En aquella época, la escasa formación del personal administrativo, forzaba a las pequeñas empresas a la externalización de lo que antes se llamaba “teneduría de libros” y posteriormente contabilidad. Las empresas de mayor tamaño formaban a sus empleados en las Escuelas de Altos Estudios Mercantiles, actividad a la que no era ajeno Antonio, pues también se dedicó con intensidad a la enseñanza de esta disciplina.
En 1948 funda su primer despacho en Arenys de Mar poniéndose al servicio de la incipiente industria textil catalana. A los pocos años se trasladó a Barcelona y ya en el 2005 abrió oficina también en Madrid. El año 1961 marcó un hito en su trayectoria, pues los Censores Jurados de Cuentas convocaron el primer concurso oposición.
Martínez Comín obtuvo plaza y en 1967 fundó, junto a otros socios, Intergest la primera firma de auditoría española. Posteriormente, fue miembro del Consejo Directivo del Colegio de Censores Jurados de Cuentas de Catalunya. Durante casi dos décadas perteneció a la Junta Directiva del Ilustre Colegio Oficial de Titulares Mercantiles de Barcelona.
También tuvo un papel destacado en la regulación de la famosa amnistía fiscal de 1977, en la que participó como representante de la Asociación Española de Asesores Fiscales, de la que era Vicepresidente. Asesoró operaciones muy importan- tes, entre las que se encuentran algunas de las primeras inversiones árabes en la Costa del Sol en 1976 como el desarrollo de Puerto Banús.
Tuvo, desde siempre, la visión de internacionalizar su firma. Es por ello que, en 1987, apoyó a Jacques Potdevin en la creación de JPA International, network de auditores, asesores fiscales y consultores independientes que en la actualidad cuenta con 130 oficinas en 46 países. Fue miembro del Consejo de Administración hasta su fallecimiento. En la actualidad, sus firmas se han consolidado como referentes de la consultoría empresarial y de la auditoría en España. Martínez Comín solía decir: “Sólo hay una manera de hacer las cosas y es bien hechas”. Desde hace varios años la firma la dirige su hijo Álex, que recuerda de su padre “la ilusión, el espíritu innovador y la humildad que nos transmitió”.
Haber aprendido de él, de su buen hacer profesional y de su alegría de vivir, ha sido para cuantos le hemos conocido un componente imprescindible de nuestro activo y una vacuna contra aquellas cosas que en ocasiones insisten en situarse en el pasivo. Descanse en paz.