Tsipras avisa que se necesitará un referéndum para pactar austeridad
Varufakis, ‘defenestrado’ por un día, vuelve a la palestra con una amnistía fiscal
El primer ministro griego consultará a la población si la solución ofrecida supera su mandato
Con el paso del tiempo, las supuestas negociaciones entre Grecia y sus acreedores siguen la escalada del diálogo de sordos. Mandan los gestos. Después de ceder al “odio” –según tuiteó el mediático Yanis Varufakis– de sus colegas del Eurogrupo y debilitar el papel en las negociaciones del siempre polémico ministro de Finanzas antiausteridad, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, contraatacó inmediatamente ayer advirtiendo que someterá a referéndum cualquier acuerdo con los acreedores que no abandone la austeridad.
El socialista Yorgos Papandreu quiso en el 2011 someter a referéndum el rescate financiero. Merkel y Sarkozy se lo impidieron. La zona euro ni estaba ni está por el derecho a decidir, ni tan siquiera por la obligación de reconocer a posteriori que sus políticas de austeridad se han llevado por delante un cuarto del PIB griego. Un grupo de países que se dicen democráticos impidiendo que uno de sus socios consultara mediante referéndum. Hasta los europeístas más beatos torcieron el gesto. Semanas después, con la colaboración del BCE, la UE propició la aprobación por el Gobierno español de una reforma exprés de la Constitución que le compromete a pagar hasta el último céntimo de la deuda antes de cualquier otro gasto.
Ahora todo el mundo mira al calendario porque el 12 de mayo vence un préstamo de 750 millones al Fondo Monetario Internacional. Por el momento, el Gobierno de Siryza está sometido a muchas presiones por parte de los estamentos más radicales de esta coalición con numerosos anticapitalistas.
Ayer, Alexis Tsipras quiso enviar un recado. Si ha accedido a escenificar la entrega de la cabeza de Varufakis al Eurogrupo, en el fondo la línea antiausteridad de su política económica sigue en pie. Ayer explicó que convocaría un referéndum si los acreedores internacionales si- guen insistiendo en “un círculo vicioso de austeridad” como condición necesaria para desbloquear los siguientes tramos del rescate financiero. Aunque calificó de “grandes las posibilidades de ganar esta negociación”, Alexis Tsipras advirtió que el pueblo deberá pronunciarse directamente si “la solución que nos ofrezcan va más allá de nuestro mandato, entonces deberá ser aprobada por el pueblo”.
Mientras tanto, Varufakis anunció una amnistía fiscal para que los griegos afloren los depósitos que mantienen hasta ahora ocultos al fisco en el extranjero sin aplicarles ninguna sanción y sometiendo estos ahorros a un gravamen con descuento con el objetivo de que su repatriación alivie las necesidades de liquidez del país, al borde de la quiebra si no logra ayuda financiera por parte de sus acreedores internacionales. “El Gobierno discutirá un proyecto de ley para permitir a los ciudadanos declarar voluntariamente sus depósitos en el extranjero”, anunció Yanis Varufakis a los medios tras reunirse en Atenas con representantes del Gobierno de Suiza. Según este proyecto , los depósitos declarados serían gravados a un tipo de entre el 15% y el 20%, en lugar del gravamen del 46% y de la multa del 46% adicional en caso de ser descubiertos por el fisco.