Rosberg quiere ser alternativa
El alemán logra su primera ‘pole’ para intentar ganar y empezar a apretar a Hamilton
Los fotógrafos se frotan las manos cada vez que uno de los dos pilotos Mercedes logra una pole o una victoria. Como vasos comunicantes, la cara sonriente de uno automáticamente contrasta con la mustia y amargada del otro. Se cambiaron los papeles de payaso triste y alegre Lewis Hamilton y Nico Rosberg en Montmeló. Ahora ríe el alemán, tras un inicio de curso en segundo plano, a la sombra del inglés. Nico, cansado de ser el telonero, de que Lewis le ningunee –le saca 27 puntos–, hastiado de que le pregunten qué le falta para ganar, ayer sacó la cabeza con su primera pole del año en el Circuit de Barcelona. A falta de hazañas del ídolo local, diluido en la mediocridad de McLaren, Montmeló tiene un buen aliciente para la actuación de hoy: Rosberg presenta su alternativa a la dictadura del 44.
“Me siento realmente bien en el coche este fin de semana; espero hacer una buena salida y controlar la carrera. Voy en la buena dirección si quiero ganar”, se animaba Nico, que este curso aún no ha brillado. Tampoco lo hace habitualmente en Barcelona, tierra estéril para él: un podio en 9 visitas. En el 2013 arrancaba primero y acabó 6.º, en aquella última carrera que ganó el asturiano. Hace dos años ya.
Así las cosas, sin el anunciado acercamiento de los Ferrari, ¿será capaz de aguantar delante el rubio alemán? La mayoría apostaría que no. Porque ni Rosberg ha sido tan dominador el fin de semana –aunque sacase 267 milésimas en la calificación a su vecino–, ni suele digerir bien el acoso de Hamilton, ni el inglés ha sido nunca indolente. Le hierve la sangre al inglés, que decía sentirse “más fuerte que nunca” al llegar a Barcelona. Capaz de morder en cualquier esquina, Hamilton aspira a poner otro ladrillo en su tricampeonato y relevar a Schumacher como el primer piloto que enlaza dos triunfos en la pista catalana, lo que no sucede desde el 2004. Aunque admitía que no anda fino este fin de semana, al no haber encontrado la mejor configuración del coche, que le sobrevira y le ofrece una pobre tracción. “Por supuesto que estar en la pole te hace la vida más fácil –en Montmeló, en 18 de las 24 carreras ganó el poleman–, pero eso no significa que no puedas vencer desde cualquier puesto. Las principales opciones para ganar posiciones serán la salida y los pitstops. Puede que no sea mi fin de semana más fantástico, pero todavía no se ha acabado nada”, prometía guerra el inglés.
Algo más que Ferrari, que no se acaba de acercar a las flechas platea- das pese a los avances de los últimos GP. Vettel se quedó a 777 milésimas. “Esperábamos ser más fuertes; la distancia es más grande que hace un par de carreras”, admitía el tetracampeón, que tiene detrás, en la parrilla, a Carlos Sainz, la gran sorpresa del día, 5.º, su mejor calificación en la F-1, por delante de sus primos de Red Bull. “Soñar es gratis, pero lograr la 5.ª posición será muy difícil. Intentaré hacerlo lo mejor posible, pero las tandas largas del viernes tampoco parecen prometedoras”, decía el madrileño, que eclipsó a Fernando Alonso.
El asturiano no dio el paso que esperaba para entrar en la Q3; se quedó a 9 décimas del corte que marcaba Kvyat. “Debemos dar otro paso adelante si queremos estar en los puntos; ojalá sea aquí. Pero ser 10.º o 9.º, sumar uno o dos puntos, no me cambia la vida; yo quiero ser campeón del mundo”. Para eso falta mucho, más cuando “entrar en los puntos es casi un milagro”.
SAINZ ECLIPSA A ALONSO El madrileño, en su primer GP de España, se clasifica quinto y el asturiano se queda fuera de la Q3