Murray se impone con facilidad sobre Nadal
Los errores no forzados frustran la recuperación del balear
Jugar su tenis y superar la presión ambiental. Con una sola frase fue capaz de definir Andy Murray su primera victoria ante Rafa Nadal sobre arcilla, una superficie en la que hasta ayer acumulaba un parcial de 6-0 en contra. El escocés no tuvo más que plantarse en el fondo de la pista, jugar al nivel que lo viene haciendo esta temporada, tirar de su portentoso revés y esperar a que el balear errase en alguno de sus golpes para hacerse con el Masters 1.000 de Madrid y derrotarlo por primera vez en un terreno que ha dejado de ser el refugio del exnúmero 1 del mundo.
En un duelo que el propio Rafa definió como un partido “para olvidar”, el defensor del título nunca estuvo en disposición de revalidarlo. Regaló 26 de los 56 puntos que sumó el escocés, más de la mitad. Unos errores no forzados que condenaron a Nadal desde un principio. Lo apartaron del título y hoy lo relegarán del cuarto al séptimo puesto del ranking de la ATP, una posición que no ocupaba desde mayo del 2005, hace justo una década. Entonces no atesoraba más que cuatro de los 65 títulos de su palmarés y aún no se había estrenado ni en el Godó ni en Roland Garros.
“No ha sido el partido que quería ni esperaba –reconoció Rafa–. Lo intenté hasta el final. No lo vamos a recordar”. Pese al fiasco, Nadal apostó con quedarse con las buenas sensacio- nes que había ido sumando hasta ayer en el torneo después de su derrota en el Godó a manos de Fabio Fognini. Incluida, por supuesto, su exhibición en las semifinales ante Tomás Berdych. Nada que ver con el partido de ayer. “Ha sido una semana muy importante, muy positiva para mí”, aseguró Rafa, que afronta con optimismo e incertidumbre a partes iguales las citas de Roma y París.
“Lo hemos hecho francamente mal y nos ha faltado todo para poder ganar –fue aún más incisivo Toni Nadal, entrenador y tío de Rafa–. Ha tenido problemas con su revés al inicio y quizá eso lo ha descentrado todo el partido. Es un paso atrás, pero esta semana ha estado bien. Confiemos en que en estas próximas semanas las cosas vayan mejor que aquí”.
Que no era el día de Rafa se vio desde un buen principio. Al servicio, Murray se adjudicó el primer juego en blanco después de que a su rival se le fuesen largos todos sus reveses. A partir de ahí el escocés rompió el servicio de Nadal sin dificultad y se adjudicó su segundo servicio en un pispás para poner el primer set 3-0 para sorpresa del público de la pista Manolo Santana.
Los parciales sorprendían incluso más que el marcador: 10 puntos a 1 a favor de Murray con el 2-0 y 12-2 con el 3-0. Aunque Rafa reaccionó para poner el 3-1, sus primeras bolas de break no llegaron hasta que su rival servía para el 5-2. Fueron dos, pero Murray fue capaces de levantarlas para dejar el set a punto de caramelo.
En la segunda manga a Nadal no le quedaba más remedio que cambiar algo, y no dudó en arriesgar subiendo a la red para sumar en volea los puntos que no conseguía desde el fondo de la pista ante un rival seguro y certero. Pero eso tampoco le funcionó. El set comenzó con rotura de Murray y el set se fue hasta el 4-0 después de que el mallorquín incluso desaprovechase dos bolas de ventaja en su servicio.
Tras derrotar a Berdych, Rafa se felicitó por las sensaciones que había conseguido recuperar en Madrid y dejaba claro que, sin su mejor drive, su juego era vulgar. “Si no mantengo este nivel no seré competitivo –dijo–. Las sensaciones han vuelto, pero nadie sabe cuánto durarán”. Ayer, Nadal no sólo no se reencontró con su derecha, sino que erró en todos los aspectos de su juego, como reconoció. Los errores frustraron esas buenas sensaciones justo cuando tiene en el camino el Masters 1.000 de Roma y Roland Garros, donde también defiende título.
Desde que venció su segundo torneo en el 2005, Rafa no había vuelto a llegar a mayo con un sólo título.
RE GRES O AL PASADO Rafa caerá hoy de la cuarta a la séptima posición del ranking retrocediendo una década
ERRORES NO FORZADOS El balear regaló al escocés 26 de los 56 puntos que acabó ganando