El llanero solitario
Como el personaje creado por Fran Striker, Ian Murray es el llanero solitario (de las planicies de Central Belt, en Escocia, que comprende las ciudades de Glasgow y Edimburgo). Este tipo de cara de pan de kilo y mirada triste es el único diputado laborista de Escocia. Los votos de los escoceses han ido en masa al Scottish National Party (SNP), a pesar de que en las últimas elecciones los socialistas obtuvieron 41 escaños. Uno de los chascarrillos que se oyen más a menudo en Edimburgo es aquel que dice: “¿Sabes dónde está Murray?”. “Sí, está reunido con el resto de los diputados laboristas escoceses”.
Los analistas aseguran que Murray es un personaje popular porque ha contribuido a salvar al Hearts, el equipo de fútbol de los protestantes de la capital de Escocia. No deja de ser curioso que en Edimburgo el no a la secesión obtuviera dos de cada tres votos y que ahora los nacionalistas se hayan llevado prácticamente todos. Una posibilidad sería que no gustó que los laboristas hicieran campaña con los conservadores. Una cosa es dudar sobre lo que es mejor para el futuro como nación y otra que el discurso de la izquierda y la derecha fuera el mismo. Otra razón podría ser que los escoceses saben que es el momento de obtener la máxima capacidad de autogobierno y eso sólo se conseguirá estando unidos, en la calle y en las urnas.
Los 56 escaños de SNP (de 59 posibles) los convierten en el tercer partido del país y ponen de manifiesto que, aunque no sean decisivos, porque los tories tienen mayoría absoluta, Cameron deberá dar una salida más que generosa a las demandas del pueblo de Escocia. Y Murray, hijo de tonelero, siempre podrá pensar que un barril resulta un buen traje en Westminster para no enseñar las vergüenzas.