Macedonia se acerca a la guerra que nunca sufrió
Choque armado con 8 policías y 14 albaneses muertos
De los siete países –incluyendo Kosovo– que se formaron con la fragmentación de Yugoslavia, sólo dos alcanzaron la independencia sin guerra: Macedonia y Montenegro.
Con un 70% de población eslava (ortodoxos) y un 30% albanesa (musulmanes), Macedonia siempre ha estado en la cuerda floja. Entre los años 2000 y 2001, por contagio con la guerrilla albanesa de Kosovo, hubo enfrentamientos entre las dos comunidades étnicas, con policías muertos y algún monasterio ortodoxo dinamitado.
La presión de Bruselas y Washington sobre las dos partes evitó entonces una guerra abierta, y la mayoría eslava accedió a dar más derechos a la minoría albanesa. Pero la herida nunca se ha cerrado –Skopie, la capital, es de hecho una ciudad dividida en dos– y la violencia ha entrado de nuevo en escena.
Hace unos días, 40 kosovares armados tomaron durante varias horas el control del puesto fronterizo de Gosince, entre Macedonia y Kosovo. No hubo víctimas y la acción fue reivindicada por el UCK, la guerrilla de los albaneses de Kosovo, teóricamente disuelta tras la intervención de la OTAN en 1999.
Ayer, la policía eliminó a un grupo de albaneses de Kosovo y Macedonia que llevaban dos días atrincherados en un barrio de Kumanovo, la tercera ciudad del país. Resultado: ocho policías muertos y 37 heridos, y 14 insurgentes muertos y una trein- tena de detenidos, según las cifras oficiales. La peor crisis que sufre Macedonia desde que se independizó en 1991.
La acción policial empezó el sábado. Las fuerzas de seguridad bloquearon con vehículos blindados los accesos y las salidas de Kumanovo. Helicópteros y drones sobrevolaron la ciudad, y la policía evacuó una parte de la población y efectuó re- gistros casa por casa en un barrio albanés.
El primer ministro macedonio, Nikola Gruevski, afirmó ayer que el grupo desmantelado “planeaba atacar objetivos civiles como centros comerciales y estaciones de policía”. Su objetivo último sería practicar “asesinatos masivos con el fin de desestabilizar Macedonia”. “Muchas de estas personas eran parte del grupo que atacó el puesto fronterizo de Gosince, pero también había gente que ha luchado en las guerras del Medio Oriente”, añadió Gruevski.
El primer ministro subrayó que este episodio no puede definirse como un “conflicto macedonio-albanés”. “La población albanesa de Macedonia no ha aceptado a estas personas. Este es un conflicto con la gente que no quiere lo mejor para Macedonia y sus ciudadanos”. De hecho, entre los policías muertos hay albaneses.
En medio de una permanente crisis política, desde la oposición se han alzado voces que acusan al Gobierno de haber azuzado el conflicto deliberadamente para tapar los escándalos de corrupción.
El país, con un 70% de población eslava y un 30% albanesa, pasa el peor momento desde que se independizó