Maravilloso, si no fuera por...
Magaluf es la patata caliente de los candidatos de Calvià
Los candidatos a la alcaldía de Calvià desearían que la zona de Magaluf no estuviera bajo su jurisdicción. Aunque, evidentemente, ellos lo niegan. “No, no, no” insiste Alfonso Rodríguez, cabeza de lista del PSIB-PSOE al ayuntamiento mallorquín. “Es una zona extraordinaria”, continúa, “con unas playas maravillosas que tiene que volver a ser lo que fue”. De hecho, admite que quiere “ese” Magaluf, el de hace 20 años. A su rival, el popular José Manuel Ruiz, le cuesta esconder que la zona es una patata caliente: no hay que “evitar el problema”, defiende, sino ser “responsables y darle solución”.
¿Cuál? Hace casi un año que se discute, a raíz del vídeo del mamading, en el que se podía ver cómo una joven practicaba felaciones a más de 20 hombres en el marco de un pub crawling. “Arrastrarse entre bares” es la traducción, puntualiza Rafel Sedano, candidato de Esquerra Oberta Calvià. Una excursión etílica en el que un animador propone retos a los participantes a cambio de copas gratis. “No se ha llegado a esta situación de un día para otro”, lamenta número uno de la lista de Ciutadans, Carlos Parancón. La “pasividad” de la administración local, denuncia, “ha permitido” este tipo de turismo “hasta que se le ha ido de las manos”. Sedano va más allá: “se ha asumido” que el modelo de Magaluf es el del “desfase”. Incluso los nuevos locales que se han abierto en la zona, dirigidos a un cliente de más poder adquisitivo, siguen el mismo patrón: “es un Punta Ballena para ricos” donde en lugar de garrafón “beben cava de 12.000 euros” sentencia el candidato de Esquerra Oberta.
Los cuatro coinciden en que lo importante es que se cumpla la normativa y contar con el consenso de todos los agentes implicados para poner coto al desmadre, aunque con matices. Ruiz, que espera heredar el bastón de mando de su compañero de partido, Manuel Onieva, que no opta a la reelección, se muestra satisfecho con la ordenanza municipal que se aprobará, el día 21 de este mes, y que intenta regular el pub crawling y las conductas incívicas. Sin embargo la normativa es un regalo envenenado: tendrá carácter transitorio durante un periodo de 1 a 3 meses en el que no se sancionará y solo se informará de la infracción. “Debe aplicarse ya”, considera Parancón, que recuerda que la temporada en Magaluf “ha empezado muy mal”, ya “han muerto dos personas”, en una fiesta de la espuma y otro por balconing. Para Rodríguez deben aplicarse “medidas de choque” con “controles policiales y de calidad de los productos que se ofrecen”. Hay que “regular el ‘todo incluido’” o terminará con la economía local, cree Sedano que, mostrándose realista, admite que una solución a corto plazo es “imposible”. No hace falta “liarla tanto” piensa el candidato de Ciutadans.
Puede que un joven británico encuentre, este verano, al lado de su party boat, algunas de estas promesas convertidas en papel mojado, otras, quizá, lleguen a puerto.