Primeros pasos de la FP dual
El modelo crece en Catalunya en número de alumnos, centros y empresas implicadas, pero todavía está muy lejos de tener la masa crítica que lo caracteriza en los países que lo vieron nacer
La FP dual se está abriendo camino: desde que empezó a implementarse en Catalunya –hace apenas tres cursos–, la cantidad de alumnos, centros y empresas implicados no ha dejado de aumentar. Los números absolutos, sin embargo, indican también que queda mucho por hacer, si el objetivo es lograr la aceptación que, en países como Alemania, ha consolidado este singular modelo, que convierte al alumno en aprendiz y combina la formación en el centro educativo con la actividad productiva en una empresa. Falta, sobre todo, que más compañías den el paso y entiendan que esa inversión inicial en formación les puede salir a cuenta.
La FP dual se reguló en Catalunya en mayo de 2012 y empezó a implantarse aquel mismo año. La Generalitat prevé que el nuevo modelo cuente en septiem- bre de 2015 con unos 5.000 alumnos y la colaboración de casi un millar de empresas. “El grado de satisfacción general es amplio y los resultados de inserción laboral son muy buenos: más del 40% de los alumnos de la primera promoción que se graduó con FP dual fueron con- tratados por la misma empresa”, explica Melcior Arcarons, director general de Formación Profesional Inicial y Enseñanzas de Régimen Especial de la Generalitat. El camino recorrido, no obstante, no ha sido sencillo. “Al principio, muchas empresas no tenían demasiada urgencia por incorporar gente nueva a su organización, con todo lo que eso supone. Algunas, por suerte, se prestaron para iniciar el proyecto: la Corporació Alimentària de Guissona, Nestlé, Dow Chemical, SEAT, Repsol, Basf, Siemens, Everis... Su ejemplo y el giro positivo de la coyuntura económica han contribuido al cambio: muchas empresas muestran ya interés por asegurarse la provisión de trabajadores formados y cualificados”, asegura Arcarons.
ALUMNOS MÁS MOTIVADOS
Una de las grandes dificultades que tienen los jóvenes cuando empiezan a buscar empleo es que el mercado les exige una experiencia que todavía no tienen. El trabajo en las empresas –como, en general, las prácticas externas–, permite “poner en juego conocimientos y habilidades que se han adquirido en el aula, así como mostrar comportamientos y actitudes necesarias para desempeñar con éxito determinado trabajo”, explica Olga Valls, responsable del Servicio de Orientación de Educaweb, quien añade que la formación práctica también favorece que el alumno “gane confianza, sobre todo antes de afrontar la búsqueda activa de trabajo, y se diferencie de otros que tengan la misma titulación: la experiencia práctica puede marcar la diferencia entre un candidato y otro en un proceso de selección”. “La ventaja más
LA GENERALITAT PREVÉ 2015 QUE EN EL MODELO 5.000 TENGA ALUMNOS Y LA COLABORACIÓN DE 1.000 CASI EMPRESAS
EL 40% DE LOS ALUMNOS DE LA PRIMERA PROMOCIÓN FP DE DUAL SE QUEDARON EN LA EMPRESA EN LA QUE SE HABÍAN FORMADO
destacable de la formación dual –prosigue Valls– es que tiene en cuenta a la empresa en el planteamiento curricular del ciclo, para lograr la máxima integración entre la teoría y la práctica. Es por eso que, para las familias y para el alumnado, a la hora de elegir el centro de formación profesional, puede resultar determinante que éste les ofrezca una modalidad de FP dual”.
El alumno que opta por esta modalidad formativa acostumbra a tener, además, una motivación extra: “Ve que su experiencia laboral empieza y que, si él y la empresa quieren, tendrá continuidad; y, en las empresas, además, disponen de medios y recursos más potentes para su formación práctica”, explica Miguel Ángel Buendía, coordinador de Grado Medio y FP dual de los Salesians de Sarrià, centro que tiene previsto implantar en los próximos años el modelo en todos los ciclos. “En Informática, por ejemplo, tenemos todo el ciclo de grado superior en formato dual. Y, en Automoción, parte de uno de los grupos está trabajando en Quadis”, añade Buendía, quien reconoce que, “en los grados superiores, es más sencillo encontrar la complicidad de las empresas, porque los alumnos tienen competencias que encajan mejor con su actividad. Pero tenemos claro que la línea a seguir es esta”.