Mayoral expone una cuidada selección de obras de Chillida
Mestre recupera a Obiols y dos pintores se estrenan en Trama
En los últimos años Mayoral Galeria d’Art ha prestado especial atención a artistas como Joan Miró, Alexander Calder o Eduardo Chillida, justamente considerados entre los más importantes del siglo XX. En cuanto a este último, Mayoral ha tomado el relevo de la desaparecida galería Barcelona que dirigía Antonio Niebla y que durante muchos años fue la galería de Eduardo Chillida en Barcelona y uno de los pocos espacios en que era posible que las esculturas del más célebre escultor vasco pudieran dialogar con las de su inspirador y no amigo Jorge Oteiza. Mayoral presenta una cuidada selección de esculturas, collages y grabados en una muestra realizada en colaboración con la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce.
Seguramente la obra más sobresaliente es el bronce titulado Hierros de temblor III, de 1957. Es una estructura abstracta que podría evocar las bifurcaciones de un desarrollo vegetal o un fragmento de arborescencia, pero de hecho su intensidad radica en que su grado de abstracción abre y multiplica sus posibles sentidos. Es ante todo materia desplegada en el espacio, un despliegue de líneas de fuerza en diferentes sentidos, una rara ocupación del espacio mediante cambios de sentido que son y significan rupturas, pero que no rompen la unidad inicial ni la armonía, sino que articulan un modo diferente que tiende a la diversidad a partir de la unidad material. No es de extrañar que las relaciones entre Chillida y la filosofía y la poesía fueran buenas, y en ambos sentidos.
Otras esculturas notables son Estela XIV, de 1992, en acero, una Lurra (Tierra) de 1990, y un Relief en bronce, de 1951-1954. Otra obra importante es un dibujo y collage de 1984, donde se superponen diferentes tonos entre el negro y el castaño oscuro, en diálogo con el espacio claro. La muestra se completa con dos obras de las serie Gravitación y varios aguafuertes de la serie Aldikatu. Mayoral Galeria d’Art. Consell de Cent, 286. Hasta el 27 de junio.
Modular. Con este título común se presentan las dos primeras exposiciones individuales de Natalia Baquero (Zaragoza, 1982) y Sergi Mesa (Manresa, 1987). Ambos pintores se habían dado a conocer en el concurso anual “Art>35” y sus obras dialogan bien en la galería Trama. Coinciden en la calidad plástica y en una distanciamiento conceptual que se observa ya en los títulos de las obras y que parece querer neutralizar cualquier evidencia expresiva y subjetiva. Tal vez se trate de una característica generacional, propia de una época en que la experiencia está mediatizada por simulaciones y falsas realidades sólo existentes en pantallas digitales. Sin embargo, en estos cuadros hay buena pintura. Natalia Baquero trabaja con sutileza la relación entre color y oscuridad en obras como Cabaña 00 y Factoría 01 y, con mayor frecuencia, la estructura dinámica y el despliegue secuencial en polípticos como Pizarra 01 y 4_3_2. De Sergi Mesa son destacables S.T. 13_13, S.T. 15_1 y Sintaxi. Galería Trama. Petritxol, 5. Hasta el 19 de mayo.
Josep Obiols. La galería Francesc Mestre presenta una muestra de este artista barcelonés (18941967), cuya obra asumió desde el principio el programa “noucentista” o novecentista, contrario al caprichoso modernismo que ahora atrae al turismo que visita Bar- celona. La selección ha ido cambiando y recientemente se incorporó un valioso óleo de 1927, mientras que, en cambio, se ha descolgado un notable gouache, ya vendido, que representaba el nacimiento de Venus de un modo singular, con la diosa apoyada en una ola azul como quien descansa en una duna o un diván. Entre las piezas mostradas cabe citar el retrato de una niña, Teresa, que años más tarde sería la esposa del poeta Joan Vinyoli, los dibujos Els treballadors, que fueron la base para imprimir dinero republicano, o también desnudos femeninos como Nu en escorç y Nu pujant l’escala. Francesc Mestre Art. Enric Granados, 28. Hasta el 12 de junio.