Ecos del pasado
Immaculate Fools
Lugar y fecha: Apolo (7/V)
El grupo británico Immaculate Fools tuvo un gran predicamento en nuestro país, es por eso que no extraña que en su reactivación lo hayan escogido para volver a los escenarios. El de Barcelona era el primer bolo de la nueva formación en la que el único miembro original es su líder, el compositor, cantante y guitarrista Raymond Kevin Weatherill. Ahora son un sexteto, con la participación destacada del guitarra solista Adam Fuest y de la bajista y corista Linda Lamb, y venían a presentar sus canciones de siempre regrabadas en el nuevo disco Turn the whole world down.
Media entrada de un público tan talludo como la banda que disfrutó de lo lindo con las recreaciones, sin recriminar al protagonista principal su voz ajada. Y para entrar en situación nada como Never give less than everything, el ampuloso single de su segundo álbum Dumb poet, de la cosecha del 87. A continuación fue el turno de Wish you were here, acentuando su lado folkrock con protagonismo de la violinista.
La parte más sustancial del concierto se inició con el powerpop de Got me by the heart, resuelto con una hermosa guitarra Rickenbacker y claras reminiscencias del sonido de The Psychedelic Furs y sobre todo de su cantante Richard Butler al que Weatherill parecía emular, aunque su voz no diera la talla cuando se trató de abordar piezas tan eufóricas como Come on Jane, alternándose a la armónica, o el himno oficial de la banda Immaculate fools.
En otros momentos su música parecía aspirar a alcanzar la grandiosidad de Springsteen, con medios tiempos épicos como She fools everyone o Bad seed, sin renunciar al desenchufado de rigor en solitario, ni a intentar reproducir la enardecida tesitura de singles como Prince o Sad, en lo que fue un ejercicio de nostalgia con los restos del pasado.