El reposo del pulmón
Luis Enrique dosifica a Rakitic, el nuevo motor de la medular, para que siempre esté fresco
Hay dos formas de saber si un futbolista es importante en la escala de Luis Enrique. Una es no entrar nunca en las rotaciones, como sucede con los tres delanteros –Messi, Neymar y Luis Suárez son intocables–, o con otros hombres como Piqué o Dani Alves. La otra es ser tan indispensable que los descansos del jugador estén perfectamente programados y pautados para dosificar los esfuerzos y que el futbolista llegue en perfectas condiciones a los partidos elegidos. Es lo que le ocurre a Ivan Rakitic, el jugador al que más se mima y cuida en el Barcelona.
El croata es el nuevo jefe del centro del campo del Barça. Clave en la presión, es un pulmón que corre por todo el campo. Es un interior que aparece por el exterior y pisa el área, además de hacerle las coberturas a Messi. Rakitic sabe cuando debe ser horizontal y cuando al equipo le conviene la verticalidad. Él es el que mejor elige el paso del Barça de Luis Enrique, que lo pidió desde el primer día y ahora le hace descansar milimétricamente.
El rubio suma 3.007 minutos y sólo se ha perdido siete partidos en toda la temporada pero no juega más de tres seguidos como titular desde noviembre. En 2015 el Barcelona ha disputado 31 duelos y Rakitic ha jugado en 25 pero sólo ha completado los 90 minutos en seis ocasiones (Espanyol, Sevilla, Granada, Athletic, Deportivo y Elche), aunque en este lapso tuvo una racha de 19 apariciones seguidas, entre titularidades y entradas desde el banquillo. Sus minutos están controlados científicamente. Y eso que la rodilla izquierda ya no le molesta.
Fichado en junio del Sevilla por 18 millones más la cesión de Denis Suárez, Rakitic lleva el 4 a la espalda, como Guardiola o Cesc, y eso es algo que marca en el Camp Nou. Pero a él lo comparan más con Schuster, por su despliegue, sus centros y sus conduccio-
nes con el balón y la cabeza alta.
Con 27 años, Rakitic podría haberse acostumbrado a ser un señorito andaluz en el Sevilla, donde era la estrella de un equipo al que llevó a ser campeón de la Europa League, el rey de las faltas y los penaltis, pero no puede ocultar que tiene dentro alma de guerrero balcánico. El croata no se lo pensó dos veces e hizo las maletas junto a su esposa Raquel y su hija Althea, para dejar el Sánchez Pizjuán y pasar a ser un subalterno en el Barça. Eso sí, uno muy importante para Luis Enrique.
Sin chutar penas máximas y por detrás de Messi y Neymar en las faltas, el rubio ha celebrado siete goles, alguno muy decisivo como el 1-0 al City o el que abrió el marcador en Córdoba la semana pasada. Son nueve menos de los que hizo el curso pasado con el Sevilla pero está en un grande, donde siempre quiso estar desde
que salió del Basilea para jugar en el Schalke 04.
Rakitic se quedó fuera de la convocatoria el sábado. Luis Enrique lo quiere fresco y al 100% para enfrentarse al Bayern. Él y Ter Stegen son los que mejor conocen al gigante bávaro. En sus tres temporadas y media en Gelsenkirchen, compartiendo vestuario con Manuel Neuer, se enfrentó seis veces al Bayern, cuatro en la Liga, una en Copa y otra en Supercopa, y nunca le pudo ganar. Hasta el miércoles pasado con el Barça. Eso sí, Ivan es el único blaugrana que sabe lo que es marcar en el Allianz Arena. Fue el 15 de septiembre de 2007 (1-1) al batir a Oliver Kahn. Desde entonces no ha vuelto.