Airbus se vuelca en recuperar la confianza en el A400M
La compañía reanuda en Toulouse el programa de ensayos en vuelo
Urge recuperar la confianza en el A400M, el proyecto estrella de Airbus Defence and Space, un programa vital para la industria aeronáutica europea y española. Con esa intención, Fernando Alonso, máximo responsable de la división militar de la empresa, se pondrá hoy o mañana, en función de las condiciones meteorológicas, a los mandos de uno de los aviones que efectuará un vuelo de pruebas en Toulouse.
El accidente del sábado, en el que murieron cuatro miembros de la tripulación al estrellarse el aparato poco después del despegue en Sevilla, ha sido un mazazo terrible para el proyecto. En estos momentos, Airbus tiene 184 pedidos de A400M para las fuerzas aéreas de Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica, Luxemburgo y Malasia. Sudáfrica llegó a pedir ocho unidades pero se retiró del proyecto. La intención de la empresa es que nuevos países se sumaran próximamente a la lista, algo que ahora está en peligro.
Las acciones de Airbus, que el viernes cerraron con una cotización de 63,30 euros, arrancaron ayer con una caída de casi el 6%, aunque a lo largo de la sesión se recuperaron en parte. En la Bolsa de París, Airbus llegó a caer un 4,5% al inicio de la sesión.
El piloto evitó una tragedia mayor: el avión pudo caer sobre un centro comercial
Alonso, en una comparecencia sin preguntas en la puerta de las instalaciones de Airbus en Sevilla, no quiso adelantar hipótesis sobre la causa del accidente. La revista alemana Der Spie
gel aludía a unas supuestas declaraciones de uno de los supervivientes, quien habría señalado que se produjo un “fallo técnico múltiple”. El directivo reclamó que se respete la discreción del equipo que investigará lo sucedido. Además de la investigación interna, que llevarán a cabo la empresa y el Ministerio de Fomento, las causas del accidente serán evaluadas por un juez. La Guardia Civil ya ha elevado el atestado del siniestro, ha facilitado las cajas registradoras de voces del aparato y ha pedido al juez el secreto del sumario.
Los trabajadores de Airbus en todas sus plantas españolas guardaron ayer cinco minutos de silencio en recuerdo de los cuatro compañeros fallecidos. El comité intercentros reclamó la “mayor transparencia” a la dirección de la empresa, algo a lo que Fernando Alonso se comprometió personalmente.
Sobre el accidente, se confirma que fue la habilidad y sangre fría del piloto, Jaime Gandarillas, de 44 años, casado y con cuatro hijos, teniente coronel del Ejército del Aire, lo que evitó una tragedia mayor, ya que el A400M pudo caer sobre una fábrica de Coca-Cola, donde había varios trabajadores o un centro comercial, el Factory Aeropuerto, lleno de gente a esa hora del mediodía. Gandarillas era un veterano de operaciones en Bosnia, Kosovo y Afganistán.