España y Reino Unido
Excelentes comentarios sobre el resultado de las elecciones en el Reino Unido. Todos ellos son muy interesantes. Desde el artículo de Màrius Carol (“El hombre que comía ‘hot dogs’ con cubiertos”, La Segunda, 9/ V/2015) hasta el de Pilar Rahola (“Tres lecciones británicas, Opinión, 9/V/2015”) pasando por Rafael Ramos (“Masacre política en Westminster”, Internacional, 9/V/2015) y Andy Robinson (“El laborismo inglés se queda solo”, Internacional, 9/V/2015).
Algunos de ellos comparan la situación en la isla respecto a Escocia con el conflicto en nuestro país entre Catalunya y España, que conecta con el magnífico artículo “Divagación en el 7 Portes” (Opinión, 9/V/2015) de López Burniol en el que resume la opinión de un colega castellano sobre dicho conflicto. Creo que no hay ninguna conexión entre los dos problemas, ya que son situaciones completamente distintas. Quizá la única relación es la que hace el colega del señor Burniol cuando cita a Pla preguntándose ¿qué es el Estado para un payés del Empordà? Esta es la pregunta que deberían hacerse muchos políticos en este siglo.
Si comparamos el Reino Unido con España, no hay nada que se parezca. Y si lo hacemos entre Catalunya y Escocia, tampoco. Escocia no tiene la pujanza de Inglaterra; en cambio, en nuestro país, Catalunya es líder en casi todo respecto a España. Allí, cuando pierden las elecciones, dimiten. Aquí, la noticia de los periódicos es que el Gobierno se ha dado cuenta de que antes de construir una línea de AVE o una autopista hay que estudiar su rentabilidad. Londres respeta a Escocia, mientras que Madrid no respeta a Catalunya.
El conflicto hace muchos años que dura y las decisiones que se toman desde Madrid sólo incrementan el problema. ÁNGEL MARCO Suscriptor Sant Just Desvern