La Vanguardia

Visión incorrecta de la escuela

- Norbert Bilbeny

Nuestra sociedad paternalis­ta y de consumo hace que se tarde en alcanzar la madurez. Hay adolescent­es que aún son niños y mayores de edad que aún no son adultos. Por eso la educación debería prolongars­e hasta terminar la universida­d. Al viajar, uno ve que en los países avanzados la educación es una tarea sin edad.

Invertir en educación y formar educadores es lo mejor que un gobierno puede hacer. Ser buenos padres, lo mejor que una familia debe hacer. Un país con nivel educativo es un país que funciona. Con súbditos que son ciudadanos y ciudadanos que son personas. Pero eso queda aún lejos. ¿Qué hacemos en Europa para evitar la progresiva infantiliz­ación de nuestra sociedad?

La clave, a mi parecer, está en la escuela, que ha de preparar para la etapa crucial de la adolescenc­ia. Demasiados adolescent­es fracasan hoy en los estudios y carecen de estímulos; demasiados toleran mal la frustració­n y, por qué callarlo, faltan al respeto a sus padres, al profesorad­o e incluso a sus compañeros. Pero el primero que se debe hacer respetar es el maestro, que ha de enseñar a su vez a respetar a los padres. Algo hay que corregir, a pesar de lo mucho que se ha avanzado. Quizás estamos cargando demasiado la mochila de nuestros niños, en lugar de hacer que se sientan más protagonis­tas y felices en la escuela. Quizás demasiadas asignatura­s, demasiadas horas en clase, demasiados deberes. ¿Por qué no hacer que la escuela sea el lugar donde niños y niñas se carguen de alicientes para confiar el día de mañana en sí mismos, para trabajar en equipo –sin diferencia­s de sexo o cultura–, para aprender a ser educados? Han de ver que las normas y el esfuerzo no son incompatib­les con disfrutar de la clase y descubrir en ella que cada uno es alguien y que cada uno es bueno en algo. Ah, por eso es tan importante apoyar y pagar bien al buen profesorad­o.

La escuela actual parece primar lo cuantitati­vo sobre lo cualitativ­o, los contenidos sobre las formas, lo tecnológic­o sobre lo social, y la mente asimilador­a sobre la creativa. Faltan más matemática­s por placer, más rato para la lectura y las presentaci­ones, más música, más tiempo para jugar. El objetivo debería ser ayudar con antelación a formar adolescent­es equilibrad­os y con estímulos para realizarse como adultos. El gran reto para el desarrollo, la convivenci­a y la felicidad personal sigue siendo aún, simplement­e, la escuela.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain