Casi 3.000 pacientes llevan prótesis de la marca que engañó en la caducidad
Entre 2.800 y 3.000 pacientes pueden llevar en Catalunya una prótesis de cadera o rodilla de la empresa Traiber, que engañó durante varios años sobre la caducidad y la calidad de las piezas y que está en el meollo del último escándalo de los casos Innova. Traiber es una compañía reusense con un director financiero con cargo en un ayuntamiento por CiU y que tiene a su propietario imputado por un delito contra la salud pública por haber suministrado prótesis con materiales en mal esta- do y caducado que se había reprocesado. La inspección realizada por Salut por encargo de la Agencia Española del Medicamento en octubre pasado mostró irregularidades de este tipo y otras graves de carácter administrativo por lo que se paralizó su actividad y se pidió a todos los hospitales que hubieran contratado estos productos que buscaran a los pacientes a los que se les había implantado esta marca en los últimos diez años.
Treinta centros catalanes y algunos más en otras comunidades las habían usado, pero más de la mitad se habían colocado en el hospital de Reus, donde de los 1.524 implantes se han tenido que reoperar a 14, por envejecimiento prematuro de la prótesis y otros problemas. La crisis de Traiber comenzó cuando en 2010 el hospital de Reus decidió comprar otras marcas, y la empresa perdió así a su principal cliente. Según el hospital, no la dejaron, sino que diversificaron proveedores, aunque de nuevo compraron ampliamente a Traiber en 2013, no por presiones de la teniente de alcalde Teresa Gomis, también imputada, sino “por reducir listas de espera”.