Fernández plantea una nueva norma cívica y más implicación de los Mossos
El orden público, abarcando la seguridad ciudadana y la lucha contra las actitudes incívicas, es una de las materias en las que Alberto Fernández está haciendo más hincapié en esta campaña. No lo confía todo a un incremento de la plantilla de la Guardia Urbana, que ha anunciado que llevará a cabo si se hace con la alcaldía. Quiere mano dura; mayor persecución de los incívicos, sanciones más duras y que éstas se cumplan. Urge para él una nueva ordenanza de civismo que prohiba sin titubeos determinadas actividades en la vía pública como el nudismo o el consumo de alcohol. Además, reclama una mayor implicación de los Mossos en la lucha contra los incívicos.
Insiste el candidato en todo aquello que denomina “fórmula Fernández”, que entre otras definiciones admitiría la de firmeza contra quienes atentan contra la convivencia en cualquiera de sus formas: desde la quema de contenedores a las micciones en mitad de la calle. No quiere Fernández ni consumo de drogas en la vía pública ni venta ambulante. “No se perseguirá a las personas que ejerzan la mendicidad –dice el programa municipal del PP para Barcelona–, sino que se le ayudará y, en ningún caso, se consentirá que siga en la calle”.
Además de un endurecimiento de las sanciones, el PP tiene la voluntad de que todas aquellas personas que no paguen sus multas por conductas incívicas reiteradas no puedan acceder a los servicios
no fundamentales que presta el Ayuntamiento, como actividades en centros cívicos.
Para ese cambio que quiere impulsar Fernández espera contar con los Mossos d’Esquadra. Le gustaría que se implicaran en la persecución de las actividades incívicas. No sería el primero que lo ha intentado y, hasta ahora, la policía autonómica no se encarga de estos asuntos, salvo excepciones, por mucho que exista un convenio firmado hace años.
Fernández visitó ayer la feria de Sant Ponç, instalada en la calle Hospital. Lo hizo rodeado de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que sostenían carteles que culpaban a PP y CiU de los desahucios. Tras conversar con los manifestantes tranquilamente unos minutos, Fernández lamentó que los concentrados se manifiesten sólo ante “unos y no todos” cuando el Consell Comarcal del Barcelonès, en el que no está el PP y sí ICV-EUiA, tiene pisos vacíos y se ha vendido otros a fondos buitres.