Colau pide una moneda propia para Barcelona
Barcelona en Comú propone que la ciudad disponga de un nuevo medio de pago para promocionar el comercio
Barcelona en Comú quiere que la ciudad de Barcelona disponga de su propia moneda, una suerte de pagaré que también pueda emplearse en otras localidades del área metropolitana, un nuevo modo de pago que sirva para fortalecer el comercio local y librarse un tanto de los vaivenes del capitalismo. “Es una manera de promover el desarrollo local y de generar un efecto multiplicador de la riqueza generada en la ciudad”, dice el programa de la formación.
La idea, aunque llamativa, no es nueva. En el planeta abundan experiencias parecidas. El programa de la formación liderada por Colau añade que son más de cuatro mil. Sin embargo, la mayor parte de las comunidades que de veras dan protagonismo a su propia moneda son más bien reducidas. Se trata generalmente de pequeños pueblos con un acento muy alternativo donde que se quiere facilitar el trueque y el intercambio de enseres.
En las poblaciones más grandes las monedas propias adquieren un carácter complementario. No se trata de abandonar el euro. Barcelona en Comú destaca los ejemplos de Bristol, To- louse y Nantes. “El WIR –puede leerse en su programa–, la moneda complementaria para las pequeñas y medianas empresas, hace más de ochenta años que funciona. Supone uno de los factores más destacados que contribuye a la estabilidad de la economía suiza”.
El Ayuntamiento de Barcelona emplearía la moneda de Colau para pagar parte de los sueldos de sus trabajadores y de las subvenciones, préstamos y microcréditos que otorgue. El Consistorio ofrecería a los ciudadanos condiciones ventajosas para que adquieran este medio de pago. Además, las empresas que aceptaran este medio de pago podrían disfrutar de ciertas compensaciones, así como los contribuyentes que quieran liquidar tasas y precios públicos.