El FMI planea la protección de los países vecinos
Tan lentas avanzan las negociaciones entre Atenas y Bruselas, que el asunto lleva de cabeza a los expertos. Es cierto que no va a haber vencimientos de deuda griega de forma inminente (no lo habrá, por lo menos, hasta finales de junio). Pero la incertidumbre de los acontecimientos –y la certeza de que la administración de Syriza no dispone aún de un plan B– está moviendo a las partes interesadas a mover ficha. The Wall Street Journal aseguró ayer que el Fondo Monetario Internacional (FMI), uno de los principales acreedores de Grecia, ya está emplazando a las administraciones de los países vecinos a cubrirse las espaldas. Bulgaria, Rumanía, Macedonia, Serbia o Albania figuran entre los hipotéticos damnificados en caso de que Atenas quiebre. Se trata de elaborar planes de contingencia: conseguir que los distintos bancos centrales nacionales insten a las filiales de la banca griega que operan en estos países a establecer unos mínimos de liquidez. Los supervisores nacionales deben asegurarse de que esas filiales banca- rias tienen activos suficientes como para poder intercambiarlos por financiación de emergencia de esos bancos centrales: sólo así podrá evitarse que el virus se extienda en el caso de que las respectivas matrices corten la liquidez. El FMI también trata de asegurarse de que los depósitos de todos esos bancos cuentan con niveles suficientes. “Es posible que todos esos bancos estén sanos –dijo Jörg Decressin, director del Departamento Europeo del FMI–. Pero hay que evitar que entre la ciudada- nía cunda la sensación de que la banca griega está enferma. Si eso ocurriera, podría darse una fuga masiva de capitales. Esa es una contingencia que debemos evitar”. Bulgaria y Macedonia podrían salir particularmente malparadas si Grecia se derrumba. En Sofía hay filiales del Banco Nacional de Grecia, de Alpha Bank, Piraeus Bank y Eurobank Ergasias. Entre las cuatro entidades acaparan alrededor del 22% de los activos bancarios de Bulgaria. La proporción es muy similar en Macedonia. / S. Heredia