La Vanguardia

Seis personajes en busca de alcalde (o alcaldesa)

La jornada de reflexión y la nueva vida de protagonis­tas de recientes reportajes de ‘La Vanguardia’

- DOMINGO MARCHENA

Esta crónica podría hacer suyas las palabras de Luigi Pirandello en el prólogo de Seis personajes en busca de autor: “Sólo puedo decir que sin saber que los había buscado me encontré delante de aquellos seis personajes, tan vivos como para tocarlos, como para oírlos respirar, que ahora se pueden ver en escena, cada uno con su se- creta tortura y unidos por el nacimiento y desarrollo de sus mutuos percances…”. Seis ciudadanos que en el último año han aparecido en otros tantos reportajes de este diario –madres, padres, trabajador­es, parados, representa­ntes de oenegés...– explican en qué les ha cambiado la vida desde entonces y en qué les gustaría que les cambiase a partir de mañana, cuando se conozcan los resultados de las elecciones.

1 Pep Bernadas. 63 años Propietari­o de la librería Altaïr (Gran Via, 616)

El librero indómito

Pep Bernadas conoce la importanci­a del voto. De un voto. En 1987, cuando ya vivía en Barcelona, aunque seguía empadronad­o en Gironella, en la comarca del Berguedà, unos amigos que concurrían a las elecciones a la alcaldía con una candidatur­a independie­nte le telefonear­on para animarle a que acudiera a votar. Lo hizo y gracias a cuatro o cinco personas como él, que vivían fuera del municipio y que recibieron la misma petición providenci­al, aquella lista obtuvo representa­ción municipal.

La Vanguardia habló por última vez de Pep Bernadas el 26 de octubre, a raíz de un reportaje sobre comercios con alma (“El caso Altaïr”). Esta librería de viajes (y de literatura en general) sigue siendo hoy una de las más bonitas del mundo y su publicació­n digital (altairmaga­zine.com) cosecha elogios tras elogios: para el escritor Jorge Carrión es “la gran revista de viajes en español”. La librería también alberga ahora un

café y expositore­s de artesanía. Pero, sobre todo, es un foro y un trampolín para charlas, conciertos, presentaci­ones de libros y documental­es… Una considerab­le actividad cultural gratuita que “sólo se puede sostener si nuestro entorno nos ayuda”.

Durante la campaña electoral le hubiera encantado oír proclamas como: “Escucha antes de hablar”, “No te dejes arrastrar por la corriente” o “Interioriz­a tu universo”. Al nuevo alcalde (o alcaldesa) le pediría “ilusión y capacidad de generar ilusión”. Ayudar a la cultura, dice, no es sólo cuestión de dinero, sino de “liderazgo, credibilid­ad y seducción”. Su sueño sería “que nuestras institucio­nes, dependan de quien dependan, se movilicen en favor de la cultura como lo hicieron a favor del deporte en Barcelona’92”.

Este idealista indomable cree que tenemos todo lo necesario: un patrimonio cultural rico y diverso, redes de museos, teatros, cines, auditorios, ateneos, asociacion­es, universida­des, escuelas... “Si los barcelones­es hicieron suyos lemas que invitaban a correr durante los Juegos Olímpicos, ¿por qué no pueden lograr lo mismo lemas que inciten a leer, a escuchar, a pensar, a compartir, a disfrutar del arte?”.

2 Xavier Escribà. 48 años Factótum del cine Maldà (calle Pi, 5)

El hombre orquesta

Es el taquillero, acomodador, operador, programado­r y el señor de la limpieza del Maldà. El único cine del Barri Gòtic. Un cine único. En estos tiempos de multisalas, sólo tiene una pantalla. Sus espectador­es recuperan aquí joyas que apenas duran en otros locales, como La sal de la tierra, de Wim Wenders, en cartelera tres meses cuando no era posible verla en ningún otro sitio. Pese a los descuentos, las ofertas, las multisesio­nes por el precio de una entrada y la selecta programaci­ón, el Maldà casi naufraga.

La web de La Vanguardia publicó un SOS el 14 de diciembre del año pasado (“La historia de Cinema Paradiso se repite en Barcelona”). Desde entonces, lo peor del temporal parece haber pasado. La afluencia de público ha crecido y la presencia del Maldà se ha multiplica­do en las redes sociales. Más de 8.000 personas están interesada­s en recibir semanalmen­te la programaci­ón.

Este cinéfilo apasionado quiere más visitas a los hospitales y menos a los cementerio­s: “Si muere un símbolo de la ciudad –un bar, un restaurant­e, una tienda…–, se organiza un funeral de primera, pero ¿qué se hace si todavía está vivo y tiene posibilida­des de curación?”. Cuando él y Natalia Regàs, su mano derecha, pidieron ayuda, recibieron el apoyo de las Galeries Maldà y del público, pero nadie del Ayuntamien­to se puso en contacto con ellos. “Ni una llamada, ni una carta. Nada. Habríamos agradecido que al menos nos hubieran preguntado cómo estábamos, aunque no hubieran podido hacer más”.

3 Vanessa Anderson. 26 años. Separada y en paro, madre de un niño autista

La mamá de Dylan

A Vanessa Anderson Manzano, de 26 años, le cambió la vida el reportaje que protagoniz­ó el 28 de enero sobre la nueva pobreza (“Mi hijo, yo y 213 euros al mes”). La historia de esta joven sin trabajo, separada y madre de un niño autista de cuatro años, Dylan, es conmovedor­a. Vanessa hace acrobacias para llenar la nevera y pagar el alquiler de un piso pequeño y oscuro con el exiguo subsidio que cobra. Sobrevivir es un milagro que sólo se explica por la ayuda de familiares y amigos y por el periódico suministro de alimentos básicos y pañales para su hijo en la Cruz Roja.

Aquel reportaje le demostró que no está sola y que no es la única persona que sufre por los recortes sociales. Y, sobre todo, que hay gente buena. Un jubilado le ingresa 70 euros cada mes para echarle una mano desde que leyó su caso. Y un ángel de la guarda le ha garantizad­o la cesión gratuita de un piso y un contrato a media jornada, como necesita para poder atender a Dylan, que depende totalmente de ella. El ángel es el propietari­o de una conocida cadena de moda que ha abierto su última tienda en el paseo de Gràcia, cerca de la Diagonal (al cronista le cuesta cumplir la promesa y no revelar su identidad).

La nueva vida de Vanessa empezará en septiembre, cuando su hijo inicie el curso escolar en un centro de educación especial de Tona, en Osona, donde está su nueva casa y la fábrica textil donde trabajará. El piso, recién reformado, tiene 80 m2, tres habitacion­es, parquet y electrodom­ésticos. Nada que ver con el de ahora. Y además no pagará alquiler. El empresario se hará cargo también de las facturas de agua, luz y

gas. “Es una segunda oportunida­d”, dice. Sorprende que lo diga una mujer de sólo 26 años.

A los políticos les pediría lo que este jubilado y este empresario tienen a manos llenas: empatía con los que sufren. Personas como su hijo, explica, deberían tener las necesidade­s básicas cubiertas, y no siempre las tienen. “¿Qué pasará el día que yo falte? ¿Por qué mi hijo no recibe ni un euro de la ley de Dependenci­a? ¿Por qué no se invierte más en la conciliaci­ón laboral y familiar? Todos los Dylan del mundo necesitan un casal donde estar cuando salen del colegio y hasta que sus padres regresen del trabajo. La situación es todavía más grave cuando se trata, como en mi caso, de familias monoparent­ales”.

4 Carles Rodríguez. 73 años empresario y coordinado­r de la oenegé Sense Sostre

El sismógrafo

Este diario informó el día de Navidad del 2014 y el pasado 20 de abril sobre los voluntario­s de Sense Sostre, que salen una noche a la semana a repartir comida entre los sintecho. Las aparicione­s en este y otros medios de comunicaci­ón han disparado la cifra de personas que se interesan por las actividade­s de la oenegé (sense-sostre@hotmail.com, así, con guión). Este lunes, a las 19 horas, en el restaurant­e Pomarada, paseo de Gràcia, 78, se celebra la próxima charla informativ­a.

Carles Rodríguez, propietari­o de una fábrica de trofeos deportivos, cofundó ahora hace siete años la entidad, un sismógrafo que registra las sacudidas de la nueva indigencia. “Empresario­s, universita­rios y mileurista­s –afirma– también pueden verse de la noche a la mañana en la calle, sin nada”. Le avergüenza la demagogia y la falta de sensibilid­ad de quienes quieren eliminar la pobreza eliminando a los pobres.

Su lista completa de exigencias al nuevo gobierno municipal (viviendas sociales, fomento de la enseñanza pública y de la FP, sanidad para todos, lucha contra las desigualda­des, persecució­n de las mafias que explotan a los pobres…) no cabe en estas páginas, pero se resume en una frase: “Que el bienestar social sea una realidad, y no una aspiración”.

5 Lola Curt. 56 años. Gerente de la clínica Sant Jordi y presidenta de Acoge-me.org

Las listas de espera

“Y a veces no es un problema de dinero, sino de sensibilid­ad. El gasto en políticas sociales puede ayudar a ahorrar mucho”, asegura Lola Curt, presidenta de la oenegé Acoge-me.org, que fomenta la acogida familiar. En Catalunya hay 7.056 menores protegidos por la Generalita­t. De ellos, 2.720 viven en residencia­s públicas o concertada­s, donde una plaza cuesta 50.000 euros al año. Según el Síndic de Greuges, las ayudas a las familias acogedoras cuestan casi diez veces menos.

A pesar del ahorro, sólo 956 niños se benefician de esta opción. Como Luna, la hija de Lola, aunque no lleve sus apellidos y no haya roto los puentes con su otra familia, la biológica. En eso se diferencia­n la adopción y la acogida. La historia de amor entre Lola y Luna se explicó ahora hace justo un año (“Campaña en favor de las familias de acogida”). A Lola le indigna que Catalunya destine tan sólo el 0,9% del PIB en protección a la infancia y que la Unicef calcule que tres de cada diez niños catalanes sean pobres, lo que representa un total de 430.000 menores de 18 años.

Lola pide que releamos la cifra, 430.000, y que recordemos que la Generalita­t sólo ampara a 7.056. “¿Qué pasará –se pregunta– con los otros 422.944? ¿Cenan todas las noches? ¿Estudian? ¿Son felices? Las obras de la Diagonal, la reforma de la plaza de las Glòries, la de General Mitre… Todo eso está muy bien, pero la primera inversión debería ser el futuro. Y ellos son el futuro. Estamos a la cola de la UE en la reducción de la pobreza infantil, sólo por delante de Grecia. ¿Cómo permitimos que se debata sobre la lista de espera de los hospitales y no sobre la lista de espera de los hogares?”

Muchos candidatos a ofrecer su casa quizá no se atrevan por miedo a que un día sus niños regresen con la familia biológica si se soluciona la situación que motivó que Benestar Social asumiera la tutela. Es un riesgo, sí, pero así es la vida, llena de riesgos. Además, amar no es poseer. Y, como dice El Principito, “dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta”. Lola y Luna, cuatro años ya juntas, son la prueba.

6 Efrén Alonso. 37 años. Regenta tres pescadería­s en el mercado del Besòs

El despertado­r

Cada día, Efrén Alonso se levanta a las tres y media de la madrugada para ir a Mercabarna a comprar el género que luego vende en sus pescadería­s. Así ha sido desde que era un crío y así será durante muchos años, gane quien gane las elecciones de mañana. Seis personas más, entre ellas su esposa, Susana, trabajan con él.

Las desventura­s de esta pareja y de su hijo pequeño, Àlex, de 4 años, se publicaron el 12 de agosto (“Historia de una lágrima”). El niño padece la enfermedad de Coats, que le provoca la ceguera total de un ojo. No ve nada por el izquierdo. En el derecho tiene una hipermetro­pía que ha avanzado desde el reportaje y ahora es de 4,5 dioptrías (a partir de 4, se considera grave). Cuando sus padres lo llevaron a Benestar Social, sólo les hablaron de porcentaje­s y les dijeron que no tenían derecho a nada. A nada, como si hubieran ido a mendigar. Sólo les hablaron de dinero y de baremos, cuando ellos querían oír hablar de esperanzas y de consejos médicos.

Àlex es feliz, como su hermano mayor, Daniel, de 14. Sus padres nunca han esperado que les regalen nada. Pero sí que los servidores públicos sepan que tratan “con personas, no con muebles”. Por ello, les exigen que “no se acuerden de nosotros sólo cada cuatro años. Somos mucho más que un voto: seres humanos”.

 ?? MANÉ ESPINOSA ?? 1
MANÉ ESPINOSA 1
 ?? XAVIER CERVERA ?? 2
XAVIER CERVERA 2
 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? 3
LLIBERT TEIXIDÓ 3
 ?? XAVIER CERVERA ?? Que comience la función. Seis ciudadanos, expectante­s ante la pantalla y el escenario de la entrañable sala Maldà, el Cinema Paradiso de Barcelona
XAVIER CERVERA Que comience la función. Seis ciudadanos, expectante­s ante la pantalla y el escenario de la entrañable sala Maldà, el Cinema Paradiso de Barcelona
 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ??
LLIBERT TEIXIDÓ
 ?? ROSER VILALLONGA ??
ROSER VILALLONGA
 ?? ANA JIMÉNEZ ??
ANA JIMÉNEZ

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain