Laurent Dereux
DIRECTOR DE NESTLÉ ESPAÑA
Laurent Dereux, director general de Nestlé España, está al frente de una de las primeras empresas de alimentación del país. Con sede en Esplugues de Llobregat (Barcelona), la compañía factura más de 2.100 millones en España.
Cuando llegó hace año y medio a Esplugues para asumir la dirección general de Nestlé para España, lo primero que preguntó a su equipo fue: “Aquí, ¿la gente tiene autoestima?”. No era una cuestión banal, teniendo en cuenta que Laurent Dereux venía de ser, durante los cinco años anteriores, el responsable del negocio de la multinacional en Grecia. Estuvo allí entre 2008 y 2013: “Durante el boom había demasiado de todo, se vivió una fantasía que no representaba la realidad del país. Cuando llegué, sólo podías entrar en los restaurantes con reserva. Luego todo cambió”. Durante lo peor de la crisis en Grecia “hemos resistido y ganado participación de mercado”. Y cuenta que cuando se despedía para afrontar el siguiente destino profesional, “recibí muchos mensajes de los colaboradores, y uno me tocó especialmente. Decía: ‘Nos has recuperado el orgullo de ser griegos’”.
Francés, de 59 años, Laurent Dereux es lo que se llama “un hombre de la casa”, que prácticamente ha realizado toda su carrera profesional en Nestlé, que destaca especialmente por la fidelidad y la baja rotación de empleados, y por ser “la más multinacional de las multinacionales: sólo el 2% del negocio se realiza en Suiza”. “Es un grupo con una cultura común -“the Nestlé way”, dice–, pero enormemente descentralizado para hacer negocio con los consumidores, para adaptarse a los gustos de cada país”. Y pone de ejemplo el Nescafé, del que se fabrican en el mundo hasta 80 recetas distintas (él confiesa que, a pesar de todos sus destinos, su paladar sigue fiel al Nescafé francés).
Y después del “reto de Grecia”, como define su etapa anterior, Dereux llegó a España en un momento mejor, cuando el consumo local daba ya síntomas de haber tocado fondo. “Mi credo es que podemos crecer y tener éxito en cualquier condición de mercado. Mientras no llegues a tener el 100%, siempre puedes crecer”. En Grecia eso fue “difícil, y demasiado difícil para la población, pero al final todo es posible”.
Dereux cuenta que fue un estudiante perezoso, pero que ha recuperado “y de sobras” el esfuerzo en su vida profesional, centrado en el marketing y las ventas, que es lo que más le gusta. Su primer trabajo, siendo aún estudiante en la universidad, fue en una pequeña empresa de importación de electrónica: “¡Fui el primer vendedor de Samsung en Francia!”. Luego lo fue un año para Procter & Gamble, hasta que en 1980 entró en Nestlé.
Desde entonces, y excepto un periodo entre 1998 y 2002 en el que estuvo en United Biscuits en Francia, el resto de su carrera ha ocupado diferentes puestos en la multinacional suiza: en Francia, en Canadá, en la central de Vevey, en Bruselas, y también en Atenas.
El mercado español ya lo conocía de los años en los que fue responsable de divisiones europeas, aunque no lo suficiente como para dominar el idioma (“aunque es más fácil el español que el griego”). Pero esto no ha sido un obstáculo para su integración, porque lo ha superado a base de clases particulares y de mucha afabilidad, simpatía y proximidad, aseguran en la plantilla. Una actitud que encaja con la estrategia que le ha tocado implantar, la de la “excelencia continua”, ahora traducida en oficinas abiertas, sin despachos, y que ha significado la completa renovación de la sede central de la compañía. “Hay que dar empowerment desde abajo, generar la disciplina de que todo el mundo proponga ideas, cambios”.
Y con los primeros síntomas de recuperación del consumo coinciden también las buenas noticias que le ha tocado anunciar: el plan de Nestlé para convertir la de Girona en su mayor fábrica de Nescafé de Europa, con una inversión prevista de más de 100 millones. “Hace un año y medio España todavía no salía de la crisis, ahora esperamos que sí”, dice. Aunque asegura que “es la misma receta: crear un círculo virtuoso, buscando ahorros en todos los sectores de la empresa para hacer las cosas mejor y reinvertir en apoyo a las marcas y en innovación. En los años en los que ha sido más difícil para otras empresas
Tras cinco años en Grecia, el directivo apuesta por crear círculos virtuosos para reinvertir en innovación
hacer innovación, nosotros podemos ganar participación de mercado y rentabilidad”.
Sus hijos mayores, de 35 y 32 años, y sus nietos de 3 y 1, viven en París, y la hija pequeña, de 29, es cantante de ópera en Berlín. Y Laurent Dereux está feliz de vivir en Barcelona –“por la calidad de la luz, por la comida” (y se toca la barriga, que debe haber crecido desde que está aquí– y aprovecha los fines de semana para recorrer con su mujer el país, o escaparse a descubrir la cocina y los paisajes del País Vasco.