Despedida verbenera
En un festival de goles el Madrid ganó al Getafe y dijo adiós con indiferencia a Ancelotti
El Santiago Bernabeu despidió con indiferencia a Carlo Ancelotti y la tomó con Iker Casillas, otra vez poco afortunado para rematar una temporada aciaga del portero de Móstoles, quizás la última a la espera de la decisión que tome sobre su continuidad. Sin ninguna tensión competitiva, el partido sólo tenía para el madridismo el interés de los goles que podía conseguir Cristiano, ya seguro Pichichi y Bota de Oro porque antes de empezar a jugar aventajaba en dos a Messi. La tarde fue una verbena de fallos defensivos más propia de un torneo de verano.
Todo consistió en una pelea de Cristiano contra el Getafe. El portugués fue de nuevo lo mejor de largo de un Madrid con muchas bajas entre los titulares. A las ya sabidas de Modric , Ramos y Benzema se sumaron las de Bale e Isco, enviados sorprendentemente al banquillo a beneficio de Jesé y de Illarramendi. El Madrid ganó por empeño personal de su crack, de nuevo un rematador insaciable ante los modestos. La pena para los blancos es que no refrende la misma efectividad en las grandes citas. El plebiscito que sufrió Casillas no lo tuvo que padecer Ancelotti por la sencilla razón de que vio el partido en un palco privado al cumplir su segundo partido de sanción. Paul Clement, su segundo con Fernando Hierro, se movió por la zona técnica y pasó desapercibido. Casillas ya sufrió un conato de silbidos cuando se cantó su nombre por los altavoces, pero ardió troya con los dos primeros goles de los azulones, en los que pudo hacer bastante más, sobre todo en el primero.
La tarde trajo un aluvión de goles. Cristiano golpeó el primero en un buen remate de cabeza, pero el Getafe le dio la vuelta al marcador con dos remates desde lejos que sorprendieron a Casillas. Cristiano acalló el malestar del Bernabeu con otros dos goles, el segundo de penalti. Tras este nuevo hat trick su marca queda en 48 goles . Sin embargo, en pleno desconcierto de la defensa blanca el Getafe empató antes del descanso al aprove- char Lacen un barullo en el área. El público acogió el intermedio con malestar pero con un malhumor callado, dada la intrascendencia del resultado. Hace tiempo que los pañuelos y las pancartas se han desterrado del Bernabeu. La segunda parte comenzó con ese mismo fútbol desinhibido, ataque total y naufragio defensivo. El Madrid hizo dos goles en los primeros seis minutos, esta vez con distinto autor. El cuarto, obra de Chicharito tras un cabezazo al poste de Cristiano y el quinto en un lanzamiento perfecto de falta de James.
Para la última media hora se estrenó Odegaard, a sus 16 años y 150 días el debut más joven en la historia del Madrid. Tuvo detalles. Lo raro fue que entró por Cristiano, algo que no debió de sentar bien al portugués, que perdió media hora para seguir aumentando sus registros. Jesé marcó el sexto y Marcelo el séptimo. Al final hubo hasta una ovación para Iker y algún grito de apoyo a Ancelotti. Y todos contentos.