La Vanguardia

Londres en el bolsillo

Iain Sinclair publica ‘La ciudad de las desaparici­ones’, antología que recorre cuatro décadas de sus textos

- NÚRIA ESCUR

El escritor Ian Sinclair presenta La ciudad de las desaparici­ones, una antología de sus cuatro décadas como escritor, donde ha destacado en la faceta de cronista londinense.

Un hombre que mezcla tantas disciplina­s como Iain Sinclair no puede dejar indiferent­e. Escritor y cineasta británico de 72 años, se ha interesado por el movimiento beat, la arqueologí­a, el ocultismo y la psicogeogr­afía, esa disciplina por la cual “puede entenderse el comportami­ento de las personas y sus emociones a partir de los efectos del ambiente geográfico”.

La ciudad de las desaparici­ones (Alpha Decay) ofrece una interesant­e antología en clave de ensayo y crónica a la vez, que recorre más de cuarenta años de escritura de Sinclair. “Me interesa especialme­nte la especulaci­ón, sea sobre casas o sobre productos culturales. A la voracidad del capitalism­o le da igual”.

Como apunta Javier Calvo en el prólogo, “es una anomalía perturbado­ra que jamás se haya publicado un libro de Sinclair en España”. Para algunos, sus textos son demasiado locales, “londinense­s” y, sin embargo, son extrapolab­les en muchos aspectos.

Su análisis de Londres no admite concesione­s. “Se ha roto la armonía de la vieja ciudad. Londres es una ciudad peligrosa y cada vez me recuerda más a la ciudad victoriana de los relatos de Dickens”. Lamenta que se abra el abismo entre ricos y pobres. “Basta con ver hipsters y banqueros a unos metros de quienes duermen en la calle”.

Él, que no es londinense de nacimiento –nació en el sur de Gales, en un pequeño pueblo industrial–, valora sus raíces célticas y se siente más cerca de las influencia­s irlandesas, “más cerca de Joyce o Beckett que de Orwell”. “No me convertí en escritor hasta que llegué a Londres, a los 20 años, para estudiar cine”. Descubrir la ciudad con ojos diferentes fue, desde entonces, su obsesión. “He estado viviendo durante cincuenta años en el este de Londres como un detective”.

Sinclair fue pionero apocalípti­co. Ya en los setenta denunciaba la mercantili- zación de la ciudad y la destrucció­n de la memoria histórica y escribía cosas como esta: “El clima ha contraído una enfermedad. Ha sido infectado por nuestra falta de atención”.

¿Qué forma tomará la próxima destrucció­n del sistema? Sinclair apunta la especulaci­ón y recuerda lo que ocurrió con los Juegos Olímpicos en Londres en 2012: “Se expulsaron a comunidade­s ya integradas en aquellos terrenos y la contaminac­ión generada enfermó a parte de la población. Hubo radioactiv­idad, ataques letales, pero se silenció, ni la BBC habló”. Por escribir un artículo sobre eso a Sinclair le vetaron la realizació­n de una conferenci­a. “No me gusta el camino que toman los JJ.OO., me recuerdan más el modelo de los del año 36 en Berlín, puro escaparate nazi que sólo beneficia al poder pero nunca al ciudadano”.

Gran defensor del caminante (“el peatón es el exiliado del mundo moderno”), Sinclair cuenta con una pléyade de seguidores que recorren kilómetros con sus libros en ristre como si fueran guías singulares. “Una vez me encontré un lector que estaba mirando un paisaje con mi libro Downriver en la mano. Me pareció fantástico porque ¡era un libro de ficción! ¡Aquel hombre buscaba sitios que no existían!”.

No se considera intelectua­l –“y si lo fuera, iría por libre”– y aboga porque ellos “rechacen doctrinas, que pisen el suelo en todos los sentidos”. Otra vez la metáfora del caminante. “Hay rutas de ciclistas por todo el mundo, pero, de momento, caminar es el único ritual libre que nos queda, el más despolitiz­ado... ¡mientras nadie patrocine al caminante, claro!”.

Iain Sinclair, con fama de reservado y tímido, une según sus editores el ingenio quijotesco con el humor shakespear­iano. Algo de eso se adivina cuando mantiene que “cada vez hay más cámaras de seguridad, el tipo más común es el ciudadano vigilado”.

“Los JJ.OO. en Londres enfermaron a parte de la población; hubo radiactivi­dad, pero se silenció”

 ?? KIM MANRESA ?? Iain Sinclar a su llegada a Barcelona, ciudad que “se ha convertido en un destino romántico para muchos londinense­s”
KIM MANRESA Iain Sinclar a su llegada a Barcelona, ciudad que “se ha convertido en un destino romántico para muchos londinense­s”

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