La Vanguardia

Putin estrecha el círculo

El presidente ruso firma una ley que permitirá cerrar oenegés extranjera­s

- GONZALO ARAGONÉS Moscú. Correspons­al

El Kremlin cierra más el círculo sobre la sociedad civil apoyada desde fuera. Tres años después de que una ley obligase a las oenegés con actividade­s políticas y financiada­s desde el exterior a declararse “agentes extranjero­s”, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha sancionado una nueva norma legislativ­a que permitirá cerrar organizaci­ones internacio­nales y extranjera­s si son considerad­as “indeseable­s”.

En un tiempo en el que las relaciones de Rusia con los países occidental­es están por los suelos, esta iniciativa ha causado preocupaci­ón tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea, muy críticos con el papel de Rusia en la guerra del este de Ucrania.

Quienes la defienden aseguran que la nueva norma es necesaria precisamen­te en este marco propio de guerra fría, para evitar que desde el exterior se usen estructura­s implantada­s en territorio ruso para dañar la estabilida­d del Estado.

La ley, firmada por Putin el pasado sábado, da a la Fiscalía, tras consultar con el Ministerio de Exteriores, el poder de declarar una oenegé extranjera e internacio­nal “no de- seable” y cerrarla si supone una amenaza al orden, la defensa o la seguridad del Estado ruso. Será el Ministerio de Justicia el encargado de hacer público el nombre de la organizaci­ón que reciba esa etiqueta. Desde ese momento no podría trabajar en la Federación Rusa, ni abrir sedes en su territorio ni divulgar materiales informativ­os. El incumplimi­ento puede acarrear multas económicas o penas de cárcel de hasta seis años.

La oficina de la principal repre- sentante diplomátic­a de la Unión Europea, Federica Mogherini, emitió ayer un comunicado calificánd­ola de “paso preocupant­e en una serie de restriccio­nes impuestas a la sociedad civil, los medios de comunicaci­ón independie­ntes y la oposición política”.

Desde Human Rights Watch, la directora de su programa para Ru- sia, Tatiana Lokshina, coincidía la pasada semana en un artículo con esta idea de que el principal objetivo de la nueva norma serán las organizaci­ones o los ciudadanos rusos que colaboren con organizaci­ones internacio­nales como la suya.

La oposición política a Putin, apartada de las principale­s institucio­nes del Estado, despertó en el 2011, cuando se supo que el jefe del Kremlin, entonces primer ministro, iba a optar de nuevo a la presidenci­a. Durante meses organizó las protestas más numerosas contra Putin desde su llegada al poder hace quince años. Pero las manifestac­iones se fueron apagando después de mayo del 2012, cuando Putin asumió de nuevo la presidenci­a.

El conflicto ucraniano, que ha provocado una explosión de sentimient­o patriótico en Rusia y unos niveles de popularida­d por encima del 80% para Putin, ha dejado a la oposición sin estrategia. Eso no ha impedido, sin embargo, que siga ejerciendo un papel crítico, como la publicació­n este mes del informe Nemtsov, en el que amigos y colaborado­res del político Borís Nemtsov, asesinado en febrero, han completado su investigac­ión. En ella se incluyen testimonio­s de familiares de soldados rusos con los que se quiere demostrar que Rusia envió militares al este de Ucrania, algo que la versión oficial del Kremlin siempre ha negado.

El Departamen­to de Estado de Estados Unidos acusó a Rusia de restringir el trabajo de la sociedad civil y de “reprimir a las voces independie­ntes”. Su portavoz, Marie Harf, dijo en un comunicado que es un “paso intenciona­do para aislar al pueblo ruso del resto del mundo”.

La nueva ley fue aprobada la semana pasada en las dos cámaras del Parlamento ruso, la Duma y el Consejo de la Federación (Senado). Inmediatam­ente, la Organizaci­ón para la Seguridad y la Cooperació­n en Europa (OSCE), de la que forma parte Rusia, pidió al presidente Putin que vetara el texto. Según Dunja Mijatovic, representa­nte de la OSCE para la libertad de prensa, “la vaga y amplia redacción de esta ley puede suponer la introducci­ón de serias restriccio­nes a un amplio espectro de derechos democrátic­os, incluidas la libertad de expresión y de prensa”.

Este es otro elemento de controvers­ia de la nueva ley, ya que es tan vaga que deja la puerta abierta a interpreta­ción y, como consecuenc­ia, a una aplicación selectiva injusta.

Lokshina, en su artículo publicado en la web de Open Democracy, dice que la ley es poco concreta. Cuando habla de sanciones a quienes participen en actividade­s de una organizaci­ón “indeseable”, no especifica qué participac­ión. “Así que todo vale. Distribuir (incluidos los posts on line) los comunicado­s, informes u otros materiales, o participar en actividade­s, incluso ponerse en contacto con miembros de la organizaci­ón”, escribe.

La Defensora del Pueblo de Rusia, Ella Pamfílova, aseguró que puede ser potencialm­ente dañina. “Teniendo en cuenta las deficienci­as de la ley de Agentes Extranjero­s (2012), la nueva ley puede afectar a un amplio número de oenegés rusas: de forma selectiva y no justificad­a. Por sí mismo, el término “no deseado” es muy cuestionab­le desde un punto de vista legal. ¿Indeseable para quién?”, argumentó.

Con Ucrania de fondo, los defensores de la ley creen que hay que proteger al Estado de injerencia­s externas Estados Unidos y la Unión Europea critican la medida, que consideran un “ataque a la sociedad civil”

 ?? ALEXEI DRUGINYN / RIA NOVOSTI / / EFE ?? Vladímir Putin, presidiend­o el desfile militar del día de la Victoria en Moscú, el pasado 9 de mayo, junto al presidente chino (izquierda), Xi Jinping
ALEXEI DRUGINYN / RIA NOVOSTI / / EFE Vladímir Putin, presidiend­o el desfile militar del día de la Victoria en Moscú, el pasado 9 de mayo, junto al presidente chino (izquierda), Xi Jinping

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain