La marea y el PSOE toman el castillo gallego de Rajoy y Feijóo
La compostelana plaza en la que nació Mariano Rajoy Brey en 1955 fue ayer el epicentro de uno de los tsunamis que convulsionó el mapa municipal gallego con un batacazo histórico del PP, que sólo fue la primera fuerza en Ferrol, Lugo y Ourense, ciudad esta que sería la única en la que tendría serias opciones de gobernar, aunque dependiendo del PSOE. En Santiago, enfrente de la casa natal del presidente del Gobierno, está el cuartel general de la exitosa Compostela Aberta, la versión local de la alianza de la izquierda y el nacionalismo de Beiras, que fue la fuerza más votada como también ocurría por décimas en A Coruña, mientras en Vigo arrasó el localismo del socialista Abel Caballero, quien logra una gran mayoría absoluta que le convierte en nueva versión de su antiguo maestro, el coruñés Vázquez.
Al cierre de esta edición los populares estaban abocados a per- der la Diputación de A Coruña y también la de Pontevedra, según reconocía anoche fuentes de este gobierno municipal, por el batacazo del PP en Vigo.
De confirmarse este desenlace, Rajoy perdería su castillo gallego, literalmente, ya que como joven presidente de la Diputación de Pontevedra gestionó hace más de 30 años la compra del torreón de Soutomaior, la fortaleza en la que el PP celebra todos los años el acto de apertura del curso político. Este castillo medieval próximo a
la ría de Vigo pasaría a depender de los socialistas si articulan una coalición con el BNG y las Mareas. Se trata de un tipo de alianzas que se han formado en las instituciones provinciales gallegas siempre que la aritmética se lo ha permitido.
Si para Mariano Rajoy la catástrofe del PP gallego supone un golpe moral considerable, como demuestra el hecho de que el viernes mandase a la vicepresidenta Sáenz de Santamaría a hacer campaña en la ría de Vigo, para Feijóo se trata de un castigo muy contundente, con un retroceso de cerca de diez puntos en el total gallego y un balance mucho peor al de las municipales del Prestige, las del 2003, y las del gobierno de PSOE y BNG en la Xun- ta, en 2007, cuando el PP era la primera minoría urbana y conservaba la Diputación pontevedresa, además de la de Ourense, que sigue siendo territorio de la familia Baltar, ahora a través del hijo.
Feijóo lleva meses amagando con no presentarse a las autonómicas de 2016, a la espera del test de ayer y el de las generales, y una vez que la publicación de sus fotos con el narcotraficante Marcial Dorado acabaron con su idea de ir a Madrid a suceder a Rajoy.
El nuevo líder del PSOE, Gómez Besteiro, salva los muebles y se beneficia del espectacular salto de Caballero en Vigo. El BNG resiste en su feudo de Pontevedra, pero sale de los ayuntamientos de Ourense y A Coruña. En éste el alcalde será un escindido del BNG, Xulio Ferreiro, que peleaba la victoria con el PP por unos votos. También es ex Bloque el nuevo alcalde de Santiago, Martiño Noriega, el relevo de Beiras.