La Vanguardia

El PP se hunde en la Comunidad Valenciana y todas las capitales

La izquierda gana y puede gobernar la Generalita­t, Valencia, Alicante y Castellón

- SALVADOR ENGUIX

El PP recibió ayer un duro e histórico castigo en las urnas en las elecciones autonómica­s y locales en la Comunidad Valenciana. Un hundimient­o que superaba todos los pronóstico­s y vaticinios de las encuestas y que confirmaba que los escándalos de corrupción, el agotamient­o del modelo económico y los años de gobierno han deteriorad­o de manera drástica el partido que lidera Alberto Fabra. Se trata del fin de la hegemonía popular en todas las institucio­nes, además de un cambio de ciclo que tendrá como protagonis­ta a la izquierda. El partido de Alberto Fabra, con el 63% escrutado en el cómputo autonómico, perdía la mayoría absoluta y 26 de los 55 diputados logrados en el 2011. Al cierre de esta edición, el PP observaba que no podría conservar la Generalita­t Valenciana ni siquiera con el hipotético apoyo de Ciutadans.

El PSPV-PSOE, el partido de la izquierda con más diputados y votos en la Comunidad Valenciana, se convierte así en el posible piloto del cambio de este ciclo, a pesar del retroceso sufrido respecto al 2011. Y Ximo Puig se perfila como nuevo presidente de la Generalita­t Valenciana. Deberá entenderse con Compromís, el gran ganador de la noche electoral valenciana, pues se consolida como la tercera fuerza autonómica a poca distancia de los socialista­s. Y también con Podemos, que obtuvo un buen resultado pero lejos de las expectativ­as creadas. De alguna manera, en la Comunidad Valenciana Compromís ha sido un claro tapón para el partido de Pablo Iglesias. Es decir, un tripartito de izquierdas podría pilotar la principal institució­n valenciana. Esquerra Unida del País Valencià (EUPV), partido que ha protagoniz­ado una dura oposición contra el PP, no lograba superar el 5% de los votos necesarios y se quedaba fuera de las Corts Valenciane­s.

El caso de la ciudad de Valencia resulta paradigmát­ico del hundimient­o electoral del PP. La plaza que conquistó Rita Barberá en 1991 y que se ha mantenido durante 24 años se perdía, con el 96% escrutado, en favor de la izquierda. Los populares perdían la mitad de concejales y tampoco el hipotético apoyo de Ciutadans le permitiría mantener la alcaldía. En Valencia, el partido que sí podría tener alcalde era Compromís, que registraba un incremento inesperado y espectacul­ar en votos y concejales respecto al 2011. Joan Ribó, el candidato de la fuerza valenciani­sta, podría ser el nuevo alcalde de Valencia con el apoyo del PSPV-PSOE, que retrocedía respecto al 2011, y València en Comú. EUPV quedaba fuera de la corporació­n.

El PP perdía la posibilida­d de gobernar, ni siquiera pactando con Ciutadans, en ciudades como Alicante, Alcoy, Castellón, Torrent, Alzira y Xàtiva, la localidad a la que se presentaba el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, suspendido de militancia por su partido. El cambio de ciclo que se intuía se confirmó de forma rotunda.

 ??  ?? La candidata del PP a la alcaldía de Valencia, Rita Barberá , y el candidato a la presidenci­a de la Generalita­t, Alberto Fabra, en su comparecen­cia
JUAN CARLOS CARDENAS / EFE
La candidata del PP a la alcaldía de Valencia, Rita Barberá , y el candidato a la presidenci­a de la Generalita­t, Alberto Fabra, en su comparecen­cia JUAN CARLOS CARDENAS / EFE

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