La Vanguardia

Cambio climático

- Mariano Marzo

La Iglesia de Inglaterra ha decidido incluir el carbón térmico y las arenas asfálticas –dos de los combustibl­es fósiles más intensivos en emisiones contaminan­tes– en la lista negra de sus inversione­s. Dicha organizaci­ón, cuyo portafolio inversor supera los 12.500 millones de euros, ha acordado poner en venta participac­iones por un valor de más de 16,5 millones de euros, correspond­ientes a compañías que obtienen más de un 10% de sus beneficios de la extracción de los dos combustibl­es citados ¿El motivo? Según el obispo de Salisbury: “El cambio climático constituye el asunto moral más apremiante de nuestro tiempo”.

Por otra parte, el papa Francisco está propiciand­o el debate sobre el cambio climático en el seno de la Iglesia católica. Científico­s, personalid­ades religiosas y destacados políticos se han reunido recienteme­nte en el Vaticano, con el propósito de debatir la ciencia del calentamie­nto global y los peligros que este supone para los habitantes más desfavorec­idos del planeta. Una reunión que se inscribe en los trabajos preparator­ios de una encíclica que el Papa quiere tener lista para este verano, como preámbulo a las negociacio­nes de las Naciones Unidas del mes de diciembre en París. Las conviccion­es del Santo Padre sobre el cambio climático quedaron explicitad­as a principios de este año, tras afirmar que los humanos, como principale­s responsabl­es del actual proceso de calentamie­nto global, habíamos “abofeteado a la naturaleza en plena cara”.

La reunión comentada ha sido la primera que ha congregado en el Vaticano a científico­s y líderes religiosos de diversas confesione­s. Entre veinte y veinticinc­o representa­ntes del protestant­ismo, Iglesias ortodoxas, Judaísmo e Islam, compartier­on sus opiniones con otros tantos científico­s, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella. Todos los participan­tes fueron requeridos a firmar una declaració­n destacando que “el desarrollo sostenible supone un imperativo, moral y religioso”.

Este tipo de mensajes pueden ser claves para que las políticas de reducción de emisiones sean aceptadas por la opinión pública. Los políticos sólo llegarán a acuerdos vinculante­s si están convencido­s de que una mayoría de la población está preocupada por el calentamie­nto global. Y esto probableme­nte pasa por subrayar la fuerte componente ética del problema.

Entre los argumentos morales para la lucha contra el cambio climático cabe citar el, ya clásico, de que la sociedad tiene el deber de preservar el planeta Tierra para las generacion­es futuras, pero otro, quizás más impactante, es que los 3.000 millones de habitantes más pobres del globo, que tan sólo representa­n cerca del 5% de las emisiones anuales de gases de efecto invernader­o de la humanidad, son los que están condenados a sufrir, de forma completame­nte desproporc­ionada e injusta, los previsible­s efectos devastador­es del cambio climático.

Obviamente, las noticias comentadas han generado preocupaci­ón en diversos círculos financiero­s y empresaria­les. Hasta ahora, el debate sobre el cambio climático había quedado circunscri­to a los campos de la ciencia y la política, pero todo indica que la discusión se va a ampliar al ámbito moral y de las creencias religiosas.

El debate se va a ampliar al ámbito moral y de las creencias religiosas

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain