Bocados de primavera
Las salas Barts y Apolo acogen conciertos extras de bandas que componen el cartel del Primavera Sound
Dentro de las actividades programadas por el Primavera Sound fuera del Fòrum, el martes rayó a un gran nivel con el debut de Ibeyi, el dúo franco-cubano integrado por las hermanas gemelas Lisa-Kaindé y Naomi Díaz. Su disco para XL Recordings las ha situado en el candelero, lo cual ha motivado que este verano sean reclamadas por los mejores festivales, de Glastonbury a Womad, para mostrar su soul futurista ensamblado con las raíces afrocubanas de la santería; de hecho su nombre significa gemelos en el lenguaje yoruba.
La propuesta funciona igualmente en directo, mezclando ritmos pregrabados, cajón y percusión batá, teclados y voces, para acercarse tanto a la electrónica downtempo y el dubstep como al virtuosismo vocal de acabados soul y pop, sin renunciar a los cantos de llamada y respuesta a capela.
Y si el concierto de Ibeyi fue una primicia que solo se pudo degustar en Apolo, otros artistas ofrecerán doblete.
Es el caso de Benjamin Booker, bluesman y rockero afroamericano que el miércoles cantó en Barts y ayer repetía en el Fòrum. Al bolo acudió Patrick Carney, el batería de The Black Keys, que disfrutó del blues bañado en rock duro y garage del trío del cantautor y guitarrista Benjamin Booker que, tras su paso por Coachella, llegaba al Primavera para demostrar si su directo era tan convincente como su álbum. Y qui- zás fuera por la falta de pegada del sonido o por un exceso de expectativas, pero el caso es que el concierto dejó un sabor agridulce. Su rabia juvenil conecta con el indie, con fogonazos de hard-blues, aunque no mantuvo siempre la intensidad. Las ganas de festival se podían visualizar en la velada de anteanoche en Apolo, cuando pasada la medianoche aterrizó el grupo canadiense Viet Cong. El cuarteto de Calgary dio una una sudorosa y contundente demostración de post-punk , con el cantante y bajista Matt Flegel chillando como un poseso sobre su instrumento.