Deprisa, deprisa
Adelanto electoral en Dinamarca para aprovechar la recuperación
Aunque por detrás en los sondeos, la primera ministra Thorning-Schmidt es aún la más popular
Ahora o nunca es seguramente el pensamiento que ha llevado a la primera ministra de Dinamarca, la social demócrata Helle Thorning-Schmidt, a adelantar las elecciones generales al próximo 18 de junio, tres meses antes de lo previsto, en un intento desesperado por mantenerse en el poder durante una legislatura más. A simple vista, las encuestas no juegan a su favor. La alianza de partidos que lidera lleva tiempo por detrás del centro-- actualmente en la oposición. Sin embargo, en los últimos meses, su Gobierno ha registrado una mejoría moderada pero progresiva en los sondeos, lo que le da razones para creer en la remontada.
Prueba de que la campaña será reñida son las multas que ya han recibido algunos partidos por empezar a colgar propaganda electoral horas antes incluso de que Thorning Schmidt hiciera oficialla fecha de los comicios.
A pesar de la desventaja inicial con la que parte, este es, sin duda, el momento más propicio para el centroizquierda. Principalmente, por la buena marcha registrada últimamente por la economía, que acumula 18 meses seguidos de crecimiento y una mejora de las perspectivas a medioplazo. El paro también ha bajado y, según un informe de una comisión independiente, en el 2016 Dinamarca podría haber recuperado dos tercios de los puestos de trabajo que se llevó por delante la crisis. “Dinamarca está en mejor forma ahora que en el 2011. Hemos salido de la crisis y vamos por el buen camino”, aseguróel miércoles una optimista Thorning-Schmidt, que no dudará en convertir estos datos en su principal baza electoral.
Esto explica que un día antes de convocar los comicios, su Gobierno lanzara un potente plan de inversión pública. Un total de 39.000 millones de coronas (unos 5.231 millones de euros) hasta el 2020, que se destinarán a reforzar el Estado del bienestar. El camino contrasta con el que propone la oposición, contraria a aumentar el gasto público y favorable, en cambio, a una bajada de impuestos.
Pero con este plan, Thorning-Schmidt busca ante todo lavar su imagen ante su propio electorado, que al comienzo de la legislatura la criticó duramente por romper algunas de sus promesas electorales. Entre otras cosas, no sentó nada bien su decisión de reducir algunas prestaciones sociales, entre ellas el paro.
Pero a pesar de las dificultades, Thorning-Schmidt ha logrado mantenerse en pie. Y no sólo eso. Su popularidad individual es incluso mayor que la de Lars Løkke Rasmussen, el principal candidato del centroderecha.
Nadie duda de que la inmigración será otro de los temas favoritos. Más aún después de que el pasado mes de febrero un joven de origen palestino perpetrara el primer atentado yihadista en este país. Un episodio que, junto con el incremento de refugiados sirios está reforzando al Partido Popular Danés, contrario a la inmigración.