La final deseada de Nole
El serbio gana a Murray y hoy disputará la final ante Wawrinka
Con Nadal fuera de juego, el serbio Novak Djokovic tiene por fin la oportunidad de ganar el Grand Slam de la tierra batida, el único que se le resiste, si hoy derrota al suizo Stan Wawrinka en la pista Philippe Chatrier de Roland Garros.
El thriller inacabado ya tiene fin y protagonista vencedor: Novak Djokovic, quién si no. El número uno del mundo superó a Andy Murray con un tremendo correctivo en el quinto set, después de que el escocés forzara el desempate definitivo. En un choque dividido en dos jornadas, el número uno se fue a dormir con ventaja (6-3, 6-3, 5-7, 3-3) pero se despertó en la Philippe Chatrier justo en medio de la pesadilla. No era un sueño. El de Dunblane se llevaba la cuarta manga después de sacar por mantenerse en el partido con 4-5. De la nada, dos errores por aquí y tres ganadores por allá, pospusieron el desenlace una vez más. A Djokovic parecía quemarle el sol de semifinales y a Murray empujarle la suave brisa. El público enloquecía, pues por el precio de un ticket para la final femenina, se encontró con un regalo en forma set y medio de puro espectáculo. El final de la película, cuando aparecen los créditos, el nombre del protagonista absoluto, el de la primera línea a quien nadie le hace sombra, es uno: Nole. El escenario parece destinado para el mejor del momento, que cual imán, atrajo la victoria irremediablemente. Y es que el dominador del circuito, impertérrito, no necesita ser el mejor para, en el set más complicado de gestionar, superar con un severo 6-1 a su oponente, clasificarse para su tercera final en París y dirigir- se con velocidad de crucero a la consecución del único Grand Slam que le falta. Su asignatura pendiente. Su máxima obsesión.
“Es una máquina”, dice Stan Wawrinka sobre su rival en la final de hoy. El suizo, que curiosamente se entrenó con el murmullo de la central de fondo, sabe que derrotar a Djokovic es misión complicada. “Siempre que voy a saltar a pista con él, me pre- gunto: ‘¿Qué voy a tener que hacer para ganarle?’ Veo sus partidos y sé que los gana con facilidad”, dice el campeón de Australia 2014, que avisa: “Si juego mi mejor tenis, me veo capaz de ganar a cualquiera”.
El balance de enfrentamientos previos entre estos dos jugadores está distorsionado. Si bien el de Belgrado domina por 17 victorias a 3, Wawrinka –que ha pasado de ser eliminado en primera ronda en el Bois de Boulogne ante Guillermo García López a disputar la final– siempre le ha empujado en grandes escenarios. Siempre. Ambos terminaron con lágrimas en los ojos en 2013, cuando en un quinto set para la historia, Djokovic superó en los octavos de Australia al suizo. En 2014, Stan the
Man tuvo su venganza particular en Melbourne y en los cuartos, apeó al campeón con otro desempate que terminó 9-7. Y en enero de este 2015, también en las antípodas, el serbio tuvo que remar hasta un quinto. El destino parece llamar al número uno, invicto en lo que va de año en tierra. Pero Wawrinka está inspirado, la emoción está garantizada. París ya sueña con un quinto set. Y con nuevo campeón.
EL DESENLACE Murray se impuso en el cuarto set ante Djokovic, pero el serbio decidió con un 6-1 en el quinto