Paseo triunfal del Barça
Barcelona homenajea a los ganadores de la quinta Champions blaugrana
Después de cinco años nefastos, un lustro sin ningún título, Ronaldinho devolvió la alegría a un Barça taciturno y alicaído con la conquista de la Liga 2004-05. En las diez temporadas transcurridas desde entonces, el conjunto blaugrana se ha adjudicado 24 trofeos. Siete Ligas en diez años, cuatro Champions en los últimos nueve. Único equipo con dos tripletes, el Barcelona se ha otorgado, indiscutiblemente, la hegemonía del fútbol mundial. Afirman los futbolistas que el éxito es adictivo, y el síndrome de abstinencia de la temporada pasada resultó terrible, circunstancia que ha contribuido de manera sustancial a la recuperación del ciclo. Y el barcelonismo vuelve a pasear su orgullo por las calles con las ínfulas propias de alguien que ha batido consecutivamente a los campeones de Francia, Inglaterra, Alemania e Italia para coronarse campeón de Europa en Berlín con un fútbol que no posterga la belleza, pero tampoco re- nuncia al golpe directo.
Unas 200.000 personas, según cálculos de la Guardia Urbana, se lanzaron a las calles para homenajear a los héroes que terminaron en Berlín la factura de una triple corona única y de incalculable valor. No se produjeron incidentes. Emoción, admiración y gratitud invadieron la ruta del autocar descubierto presidido por las tres copas que paseó a la plantilla blaugrana desde la estación del Nord hasta la plaza del doctor Ignasi Barraquer en un trayecto de tres horas que Luis Enrique, también eufórico por el ascenso del Sporting, definió como “la mejor rúa del mundo”. El entrenador vestía una camiseta con el lema Record braker (rompedor de récords) inscrito en el pecho. Los jugadores bailaban, bromeaban, interactuaban con la multitud recurriendo a las últimas fuerzas después de un partido duro e incierto, de una celebración hasta altas horas de la madrugada en el reconvertido aeropuerto berlinés de Tempelhof y de un apacible vuelo de regreso. Por eso Messi, Neymar y Luis Suárez deglutieron con fruición las hamburgue- sas de multinacional empaquetadas que les lanzaron los aficionados. Metáfora del hambre que sustenta a un equipo que tiene a siete jugadores que han firmado dos tripletes y a cuatro (Xavi, Iniesta, Messi y Piqué) que han levantado cuatro Copas de Europa. “Este equipo vuelve a abrir otro ciclo, son muy jóvenes y tienen ganas de continuar ganan-
do”, razonó Josep Maria Bartomeu cuando la expedición aterrizó en El Prat por la tarde.
En correspondencia por el suministro de hamburguesas, algunos futbolistas lanzaron a los aficionados las zapatillas que se arrebataban entre ellos. Casi todos terminaron descalzos, mientras la comitiva, espectacular, iba surcando algunas de las principales calles de la ciudad entre un mar de banderas, confeti, actuaciones de castellers y pasión en abundancia. El barcelonismo no ha abandonado a sus héroes, ni en la final de Berlín, donde la afición empujó sin denuedo, ni en las celebraciones. La participación popular en la rúa superó las expectativas del club.
Las 67.000 entradas gratuitas disponibles para el homenaje del Camp Nou se agotaron rápidamente en las taquillas del estadio. Este sistema fue aplicado por primera vez a requerimiento de los Mossos d’Esquadra, a fin de ordenar el acceso y evitar aglomeraciones dentro y fuera del estadio. La pasada temporada el Barcelona se despidió del Camp Nou lamentando la pérdida de una Liga en el último partido, la actual se clausuró con la celebración de un triple éxito. Claudio Bravo se perdió la apoteosis. El portero chileno viajó desde Berlín a Chile, donde el viernes debutará en la Copa América en el partido inaugural contra Ecuador.
Instantes después de las diez y media, cuando buena parte del aforo acumulaba varias horas de espera amenizadas por actuaciones musicales, se apagaron los focos del Camp Nou para dar inicio a una ceremonia muy programada, que arrancó con el estadio a oscuras, en silencio, y los flashes de una fotografía al unísono de los aficionados. Prosiguió con una inédita interpretación teatral a cargo de un grupo de niños en el centro del campo y espectaculares proyecciones.
Luis Enrique fue aclamado. “Ya veis que tenemos un equipo que tiene palabra. Nos emplazamos aquí hace dos o tres semanas y el ansia y la ambición de estos jugadores no tiene límite: tres copas como tres soles”, dijo el entrenador. En los discursos de los jugadores se percibió el efecto del suministros de un patrocinador de club. Piqué fue el más incisivo. “Gracias a Kevin Roldán. Contigo empezó todo”, ironizó en referencia al cantante colombiano que actuó en la fiesta de cumpleaños de Cristiano después de la derrota del Madrid ante el Atlético (4-0). Neymar y Pedro se dirigieron a la afición en catalán, y Alves, cuya continuidad está en entredicho, con lágrimas en los ojos: “No sé cuanto durará este sueño, no sé si ha llegado al final, si no estoy aquí seré feliz porque soy uno más de ustedes”.
“En el 2009, cuando ganamos los tres títulos, pensé que nunca más lo repetiríamos, y lo hemos vuelto a conseguir. Somos el mejor equipo del mundo. Gracias a Kevin Roldán. Contigo empezó todo”
GERARD PIQUÉ
“Yo no sé cuánto durará este sueño ni si llegó al final, pero aquí fui feliz, aquí soy feliz y si no estoy aquí, también seré feliz. Gracias, porque ustedes me han hecho sentir como uno más en el Barcelona”
DANI ALVES
“Tenéis un equipo con palabra. Nos emplazamos hace dos semanas y el ansia y la ambición de este equipo no tiene límite. Son tres copas como tres soles. Seguimos haciendo historia”
LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ
“Ya tenemos el triplete aquí. Muchísimas gracias a Luis Enrique y a todo el equipo por regalarme esta última temporada. Os echaré mucho de menos a partir de ahora”
XAVI HERNÁNDEZ
“¡Querían las tres y aquí están las tres! Volver a celebrar el triplete es increíble. Después de un año difícil y duro que nos costó mucho, nos levantamos. Es espectacular. Hay que disfrutarlo, y mucho”
LIONEL MESSI