Ventas con shorts
Una parte del mercado asiático de tecnología explota al límite la imagen de la mujer en las ferias para vender sus productos
Para el visitante europeo que aterriza en una feria como Computex, hay un componente que choca durante su recorrido por los recintos de exposición. En muchos casos, quienes venden los productos tecnológicos de algunos de los expositores no son ejecutivos ni ejecutivas con trajes de chaqueta y corbata. Tampoco son expertos en hardware o software los que muestran las novedades de la compañía. En su lugar, jovencitas hipermaquilladas en shorts o minifaldas atraen la atracción de los posibles clientes y se ha convertido en una costumbre que posen para ser fotografiadas por los asistentes.
Dentro de esa normalidad, cualquiera que pasee entre los pasillos de la feria puede pedirle a una de las modelos que pose para una fotografía. En muchos casos son ellas las encargadas de presentar los productos tecnológicos con coreografía incluida, sobre una pequeña tarima a modo de escenario. La fotografía que ilustra este artículo corresponde a la última edición, celebrada del 2 al 6 de junio en la capital de Taiwán.
Con tatuajes postizos sobre la piel, maquillaje exagerado y colores llamativos, el espectáculo en algunas marcas corre a cargo de jóvenes con ropa muy ajustada. Las cámaras de cientos de asistentes no paran de tomar imágenes de ellas. Es la normali- dad dentro del recinto, aunque las firmas de ámbito más internacional renuncian a este tipo de espectáculo. Microsoft, Intel, Asus o Acer, entre otras, evitan este tipo de presentaciones, que pueden ser criticadas por el atrevido uso que hacen de la imagen femenina.
En alguna edición anterior, modelos en minifalda se sentaban junto al posible cliente del expositor para enseñarle –más de cerca de lo aconsejable– el funcionamiento de los artículos de la empresa, una forma de ex- hibición que no se ha visto en la última cita de la feria taiwanesa.
La asociación de las modelos a los productos comerciales, que en el mundo occidental todavía se repite de forma recurrente en espacios como las carreras de fórmula 1 y el ciclismo, no está ya tan extendida de forma tan despreocupada en las ferias.
Aunque entre los periodistas occidentales se considera el espectáculo poco ético, no falta quien, aparte de dedicar en su blog varios apartados a las novedades tecnológicas presentadas en la feria, también crea una galería de fotografías con las modelos de la mayoría de exposito- res. En una de esas webs, el autor reconoce que se trata de un comportamiento “degradante”. “Tú y yo sabemos –relata– que no es profesional ni amistoso hacia las mujeres. Pero muchos hombres estarán de acuerdo en que tenemos que poner al menos algunas de ellas”.
Todo sea por los clics que luego rinden en ingresos publicitarios. En otra web tecnológica, su redactor explica: “Cada año recibimos muchas peticiones para volver a mostrar un poco de la belleza que vemos en este gran evento de tecnología. De vuelta por petición popular, hemos incluido cien de las mejores fotografías que hemos hecho”.
“Computex –explica otro como introducción a un vídeo en su página web tecnológica–no es sólo última tecnología y gadgets. Acompañándolos, están los grupos de show girls y aquí están para alegraros la vista”.
La práctica de dedicar un post especial a las chicas de los puestos de Computex se ha convertido en habitual en algunas webs tecnológicas –el fenómeno no se da en las páginas españolas–. En otra de esas páginas especializadas, un redactor se queja de que no hay chicas en otros eventos feriales, como el Consumer Electronic Show (CES) de Las Vegas, que ha rebajado la presencia de este tipo de modelos.
La justificación que hacen esas webs para reponer una extensa galería fotográfica de las show girls, es el éxito del año anterior y las peticiones populares. Por pedir, que no quede.
La presencia de estas jóvenes es destacada en webs de tecnología que publican galerías de fotos cada año