La pasarela Ad Lib se llena de bellezas
La 44.ª edición de la clásica moda veraniega invade Eivissa
Eivissa acogió la 44.ª edición de uno de sus eventos más representativos, la moda Ad Lib, el invento surgido de la imaginación de la princesa Smilia Mihailovich, y que más ha ayudado a difundir el nombre de la isla en el mundo. Esta ocasión era especial, pues, posiblemente, era la última del actual equipo de gobierno (mayoritariamente PP), con lo que flotaba un cierto desasosiego antes de que los pactos obliguen a cambiar costuras y patrones. No obstante el conseller de Indústria, Comerç i Eduació, Vicens Roig,se siente satisfecho y con la sensación del deber cumplido. Su tra- bajo ha sido impecable y los datos son esperanzadores. La moda Ad Lib es un producto de temporada, para turistas y de limitadas miras, en cambio ha logrado reconvertirse en una industria que en estos dos últimos años ha logrado ser el 5% del PIB de Eivissa. Nada mal, si tenemos en cuenta que la fabricación es artesana, en talleres o en casas de payés, en una especie de economía sumergida a la que la Ad Lib ha dado libertad y visibilidad.
El desfile de esta edición se celebró en el recinto ferial y fue tremendamente largo: hasta 19 firmas ofrecieron sus creaciones a razón de seis modelos por cabeza: multipliquen. Si a esto sumamos los trajes de la escuela de diseño y los jóvenes diseñadores que desfilaron el día anterior, suponemos que hemos visto la pro- ducción de toda la isla. Modelos y misses de belleza presentaron la ropa, con una excelente maestra de ceremonias, la polifacética Laura Sánchez, a tener en cuenta en varios campos. Las anécdotas estuvieron servidas a la hora ibicenca: a Elisabeth Reyes y Noelia López les perdieron las maletas (“Misses desnudas” hubiera sido un buen titular), la rusa Ekaterina, ex mujer de Olfo Bosé, se volvió a perder; y Astrid Klisans, esposa de Car-
los Baute, aprobó por puntos su debut en pasarela. Lucieron palmito Verónica Hidalgo y Desiré Cordero y brilló otra Miss, Patricia Yurena, cuya novia, Vanesa Klein, deslumbró con su canción: es otro valor a tener muy pero que muy en cuenta.
También hubo ropa (poca) para chicos, con seis modelos y Nicolás Coronado, exprimido hasta la saciedad, y que fue el más asediado por medios y público: todos querían saber si su padre, José Coronado, muere o no al final de
El príncipe que protagoniza. A pesar de la presión, no soltó prenda.
En cuanto a la ropa es injusto destacar a una firma de otra, primero porque en la moda Ad Lib hay dos segmentos, una que tira hacia lo ibicenco y casual, y otra la que es propiamente iniciática, donde manda el color blanco y las texturas naturales, linos lanas, algodones, encajes y similares, así que el mejor consejo es que se den una vuelta por la isla y compren. Lleven dinero, que la vida está cara.