La ‘guerra’ de Berlín
La final de Berlín entre Barça y la Juve fue cassus belli y escenario para que las dos grandes televisiones públicas, TV3 y TVE, se enfrentaran en duelo. Y es que en el estadio olímpico diseñado por Albert Speer se dilucidaba algo más que un trofeo futbolístico. Allá se disputaba la audiencia y la influencia, que son los dos pilares sobre los que se asienta la televisión.
Los partidos del Barça, incluso aquellos que la cadena pública catalana no transmite, junto con el famoso y nunca bastante ponderado procés son los dos menús favoritos, los platos de resistencia de las cocinas de TV3 y de sus canales adláteres. Y pocas ocasiones se les podían presentar a los de Sant Joan Despí para lanzarse a una demostración de poderío y abundancia de medios humanos y técnicos como la final de Champions en Berlín, entre el Barça y el Juventus de Turín. Aunque la pasada semana, antes del encuentro, hubo ya referencias en todo momento y en cualquier escenario a ese choque decisivo para la afición barcelonista, fue durante el pasado sábado cuando el despliegue se mostró en toda su magnificencia.
La llamada zona Champions (TV3), emitida a mediodía y a media tarde sabatinas, fue un espacio contenedor con un solo ingrediente para llenar las horas previas, una muestra de buen periodismo televisivo ante un acontecimiento que por su magnitud, trascendencia –la que tiene– y diversidad de escenarios ponía a prueba la capacidad y experiencia de la televisión pública catalana. Presentado por Xavi Valls, a quien se debe agradecer su contención personal para ponerse ante las cámaras sin tocarse con barretina ni pito en la boca, fue el conductor de unas horas de televisión en vivo y en directo ricas en contenidos visuales, que fueron presentadas con ritmo y agilidad. Redactores y cámaras desplazados a los puntos neurálgicos de la ciudad alemana, rotación de invitados y comentaristas en el plató principal, enmarcado en el estadio berlinés, ponían imágenes y dinamismo a un programa especial que de otra manera hubiera quedado saturado de palabras.
Contención en el pronóstico, pero sin la prepotencia suicida de otras ocasiones, humildad compaginada con la imprescindible confianza en las posibilidades del equipo de casa, imágenes de los miles de culés de toda condición y edad que se desplazaron hasta Berlín, ejemplares en su comportamiento cívico, solventes análisis futbolísticos de ambos equipos (Xavi Torres) componían un esfuerzo informativo que invadió también el Telenoticies migdia.
La final de la Champions no podía pasar desapercibida para TVE, tan ausente de la final de la Copa de los pitos en el Camp Nou. Un programa especial, Desafío Champions, con los presentadores habituales, Jesús Alvárez, Sergio Sauca, Juan Carlos Rivero, entre otros, así como conexiones con Berlín. Más breve que la transmisión de la televisión catalana, menos riqueza de imágenes y menos ilusión previa por un posible triunfo del Barça, luego confirmado. Al fin y al cabo, sólo se trataba de decir que la quinta Champions culé, es decir, de un equipo catalán, era la “decimoquinta del fútbol español”.
Cada loco con su tema.