Pasión por Santa Coloma
CARLOS GRANDE MIGUEL (1947-2015)
La transición política está siendo objeto de muchos debates. En este contexto, es importante recordar la aportación que hicieron muchas personas de izquierdas que en 1979 llegaron a los ayuntamientos cargadas de ilusión por transformar su ciudad. Uno de ellos fue Carlos Grande Miguel, fallecido recientemente a los 67 años. Él lo hizo a través de la candidatura del PSUC en el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet.
La biografía de Carlos Grande recorre todas las etapas del final del franquismo y los primeros años de la transición política. Carlos era licenciado en Ciencias Exactas y fue profesor de matemáticas en el entonces único instituto de Santa Coloma de Gramenet –el Puig Castellar–, ciudad en la que vivió. Allí cambió sus clases por la política municipal. Nacido en Segovia, llegó a Barcelona procedente de Madrid, donde había cursado sus estudios, durante los cuales empezó su compromiso social y político desde su militancia en el entonces Movimiento Comunista. La justicia social fue siempre uno de sus objetivos.
En unos tiempos en los que parece que la corrupción se ha instaurado en las administraciones, es importante subrayar la tarea de personas honradas que empezaron a cambiar la ciudad dormitorio en la que se había convertido Santa Coloma. Tuvo el honor de formar parte del equipo que ganó las primeras elecciones municipales democráticas, encabezado por Lluís Hernández, el cura rojo y comunista.
Santa Coloma le debe mucho a Carlos. Fue pionero al crear la primera Hoja Informativa y una de las primeras radios municipales de Catalunya. Defendió siempre el acceso de las clases populares a la cultura y a la universidad. Y entre otros logros suyos destaca la creación de una Escuela de Música y un museo en Santa Coloma. Su capacidad de transmitir su pasión convenció a sus compañeros en unos momentos en que la ciu- dad tenía necesidades perentorias más básicas. Para él no estaba reñido asfaltar calles con el acceso a la cultura de los niños y niñas colomenses.
Como presidente de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales de la Diputación de Barcelona, inició la transformación de los Hogares Mundet, de la Maternitat y de la Clínica Mental situada en su ciudad, hoy Recinto Torribera. Eran tiempos en los que había que sacudir, y mucho, lo heredado del franquismo.
Su evolución política le llevó a formar parte de las listas electorales del PSC colomense, desde donde continuó trabajando por la transformación de Santa Coloma. Un amigo de Carlos en su funeral recordaba: “Colaboraste, siempre desde la sombra, en proyectos de gestión y servicios públicos hasta que tu senti- do ético de la política hizo que te retiraras. Sentías en el alma que tus ideas de juventud se hubieran esfumado en manos del pragmatismo, la codicia y las ansias de medrar a toda costa”.
Carlos fue teniente de alcalde con la alcaldesa Manuela de Madre, y cuando dejó de ser regidor continuó ayudándola como director de servicios de alcaldía. Este cargo lo abandonó cuando Bartomeu Muñoz (imputado luego en el caso Pretoria) se hizo con la alcaldía. Carlos tenía muy claro con quién debía colaborar. Luego volvió a su trabajo en el instituto, se dedicó a sus alumnos y hasta su jubilación no dejó nunca de preocuparse por lo que sucedía en su ciudad de adopción. Su pasión por Santa Coloma le acompañó hasta su muerte.