Michael Snow presenta su última instalación videográfica
‘Video fields’ despliega las mismas imágenes en seis pantallas diferentes
Michael Snow (Toronto, 1928) vuelve a exponer en la galería Àngels Barcelona, donde en la primavera de 2009 tuvo lugar su primera muestra individual en España. Además, la Filmoteca de Catalunya proyectará próximamente una selección de su filmografía y, sobre todo, el próximo 8 de julio este excelente artista canadiense inaugurará en La Virreina de Barcelona su primera exposición retrospectiva institucional en España, comisariada por Gloria Moure.
Debo confesar que la alegría que me produce esta presencia de Snow en Barcelona se mezcla, igual que ocurrió ante aquel debut tan tardío del año 2009, con una especie de vergüenza ajena debida a un sencillo cálculo: si su primera muestra individual llevaba más de treinta años de retraso respecto a la retrospectiva pluridisciplinar que el Centro Pompidou de París dedicó a Snow en 1978, ahora el retraso de esta retrospectiva suma ya 37 años. Que una galería privada barcelonesa logre realizar lo que muchos centros de arte con alto presupuesto no quisieron o se negaron a hacer durante décadas es un hecho significativo. Es llamativa y notable la lentitud y la falta de lucidez y de coraje de muchos dirigentes culturales y especialistas en arte contemporáneo españoles y catalanes cuando se trata de valorar las contribuciones verdaderamente relevantes en cualquier disciplina artística, más allá de las firmas, estéticas y tendencias de moda, de temporada o de bienal.
Por otra parte, la historia del reconocimiento internacional de Michael Snow puede sorprender o extrañar, pero es lógica y muy significativa respecto a las condiciones y mecanismos que hacen posible o dificultan e incluso impiden el reconocimiento de un artista o de un autor. Y no sólo la difusión y la recepción de su obra, sino, antes que eso, el desarrollo pleno de sus proyectos artísticos, a menudo dependientes de circunstancias exteriores.
Snow concibió y realizó las que todavía siguen siendo sus obras maestras más reconocidas (la trilogía de cine estructural compuesta por Wavelength, Back and Forth y La Région centrale) entre 1966 y 1971, cuando residió en Nueva York y entró en contacto con los círculos del cine experimental, donde operaban autores como Jonas Mekas, Paul Sharits, Stan Brakhage o Hollis Frampton, entre otros.
Cuando, posteriormente, trasladó su residencia a Canadá, la difusión y repercusión internacional de su obra disminuyó notablemente. Durante los años ochenta se promocionó por una parte el retorno a la pintura (y al mercado de la pintura) y por otra la novedad tecnológica del vídeo. Snow, en cambio, destacaba sobre todo por su cine abstracto, y en segundo lugar por sus instalaciones cinematográficas, fotografías y esculturas minimalistas. Y trabajaba lejos de las capitales artísticas. Sin embargo, el hecho de haber trabajado en Nueva York, en el mejor lugar y en el mejor momento, ha contribuido a que su contribución siga siendo reivindicada y objeto de exposiciones internacionales.
En Àngels Barcelona, Snow presenta sólo una obra. Video fields (2015) es su ultima instalación videográfica y hace realidad un proyecto de hace veinte años. Despliega las mismas imágenes en movimiento en seis pantallas. Los encuadres son fijos, salvo en los fugaces cambios de plano, y se centran en distintos prados de hierba o campos con cereales, flores y otras plantas, siempre movidas por el viento. Como sucede en muchas obras de Snow, lo principal es el dispositivo de representación antes que el tema representado, pero este también es determinante. Snow asocia por una parte las oscilaciones, bailes y oleajes de las plantas removidas por el viento con la energía que cruza una pantalla videográfica, y mediante el sonido representa artificialmente la energía que mueve las imágenes. La instalación es conceptual y plásticamente sencilla, más tautológica que visionaria, pero es una pieza más que se añade al resto de su obra y en un sentido coherente con ella. Àngels Barcelona. Pintor Fortuny, 27. Hasta el 31 de julio.