Hamilton restablece su jerarquía
El inglés vence sin dificultades y se desquita del timo de Mónaco en una carrera animada por un bravo Vettel
Con la misma superioridad de las tres anteriores victorias de este curso, Lewis Hamilton restableció su jerarquía en el Gilles Villeneuve de Montreal, uno de sus jardines predilectos, y se cobró la tomadura de pelo de Mónaco, donde Mercedes le birló la gloria para dársela a su compañero-rival Nico Rosberg con aquella inverosímil parada cuando tenía la carrera en el bolsillo. Ayer no se decidió nada en los pit-stops, ni en la estrategia; Hamilton barrió desde la pole. Una victoria plácida, con escasa oposición de su vecino alemán, decepcionante para llevar dos triunfos seguidos (Barcelona y Mónaco) y haber empezado a opositar al liderato y al título.
El trazado de la isla de Notre-Dame de Montreal es uno de los circuitos fetiche de Hamilton. Aquí se estrenó en la pole y en la victoria, en aquel conflictivo 2007, y aquí había vencido tres veces. En su contra, la estadística: en uno de los templos de la velocidad, con medias de 200 km/h, y apariciones frecuentes del coche de seguridad, arrancar el primero no suele ser una garantía de victoria. Pero Lewis cerró bien el primer ángulo y se aseguró prácticamente el triunfo, pese a que le quedaban por delante 70 vueltas. Cierto es que Rosberg llegó a apretarle al salir del pit- stop, en la 31, pero no pasó de acercársele a 1 segundo. Un sustito. Hamilton pisó el acelerador y volvió a alejarse con un margen de 1,4 a 1,8s.
Aniquilada la emoción en la lucha por la victoria, y bien atado el podio por Valtteri Bottas ante la poca amenaza de Kimi Räikkönen –se le alejó definitivamente su paisano en un trompo tras el pit- stop–, el espectáculo hubo que encontrarlo en las peleas por las posiciones intermedias. La diversión la pusieron ayer los actores secundarios, en especial Felipe Massa, que escaló del 15.º al 6.º puesto con una estrategia de neumáticos inversa, y sobre todo, un Sebastian Vettel on fire, que quiso desquitarse de su desastroso sábado. El alemán de Ferrari no había pasado de la Q3 por un fallo en el sistema de recuperación de energía (fue 16.º), y para colmo recibió una sanción de cinco posiciones por adelantar a Merhi con banderas rojas en los ensayos libres, por lo que Sebastian tuvo que salir del fondo de la parrilla, del 18.º puesto.
La operación remontada de Vettel hizo las delicias de Al Pacino, Michael Fassbender y Michael Douglas, tres de los invitados en el GP de Canadá. El piloto alemán ganó dos posiciones en la salida, en la segunda vuelta ya eran cuatro, en la cuarta se comía a Alonso, y volvería a pasar por encima del Mclaren, evidenciando la superioridad del motor Ferrari sobre el nipón de Honda quitándole las pegatinas en la recta. Aunque también el asturiano se resistió en la chicane. El duelo de los campeones fue de lo mejorcito que se vio. Vettel prosiguió su remontada superando a la numerosa clase media, los Verstappen, Ericsson, Sainz, Hülkenberg, Grosjean o Maldonado, y llegó hasta la 5.ª posición, justo detrás de Räikkönen.
Carlos Sainz fue el único español que acabó (12.º) y que destacó. Se apuntó su particular victoria adelantando al Red Bull de Ricciardo y quedando delante de su compañero Verstappen. Sigue creciendo, paso a paso, el novato madrileño.