El Barcelona logra el séptimo título de la temporada
El Barça cierra un año sublime con la Copa e iguala al ‘dream team’
“En el 2000 dijimos que el 7 de 7 no se repetiría, y lo hemos vuelto a hacer. Este es un equipo casi irrepetible”. El capitán Víctor Tomàs resumía con precisión la fabulosa temporada 2014-15 que cerró ayer el Barça con la consecución de la Copa del Rey en Gijón –sufridísima, contra un bravo Fraikin Granollers (27-26)–. Un curso sublime, inmejorable, en el que el Barça ha logrado el pleno de títulos, un septeto de perfección, con el que iguala lo que parecía imposible, el 7 de 7 del dream team de Valero Rivera de 1999-2000.
El equipo dirigido por Xavi Pascual ya se ha ganado un lugar en la historia, junto a aquel inigualable conjunto de los Barrufet, O’Callaghan, Masip, Guijosa, Ortega o Xepkin. Un 7 de 7 que abría en agosto con las Supercopas de Catalunya y de España, ante el Fraikin Granollers, el mismo rival que ayer elevaba el nivel de la Copa del Rey y revestía de más mérito al logro blaugrana. Un Granollers que rozó el triunfo, que estuvo más cerca que nunca en estos dos últimos años de dar la sorpresa, después de haber perdido las seis finales previas contra sus vecinos y los 11 partidos que los habían enfrentado. En Gijón se armó de valor y llegó a ganar de tres (15-18) y a complicar mucho la vida a los jugadores de Pasqui, sobre todo gracias a las intervenciones del veterano e inmenso Pejanovic, escogido mejor portero del torneo con sus 18 paradas de ayer (40%).
Después de ver peligrar la victoria con un parcial de 0-4 en 7 minutos (15-18), el Barça equilibró la final con el desatascador Jesper Noddesbo (6 goles de los 9 siguientes de su equipo), y la fabulosa actuación de Gonzalo Pérez de Vargas, que acabó con 26 paradas en 52 tiros (50%).
Un Barça que, tras la conquista de la Champions en Colonia, llegaba a la cita de Gijón fundido, “bastante tocados y muy justitos físicamente”, reconocía Víctor Tomàs. No era para menos: 63 partidos acumulados en nueve meses, de los cuales, 61 victorias, un empate y una sola derrota.
Una barbaridad a la que a menudo no se le da suficiente reconocimiento. “Estoy muy contento del trabajo hecho todo el año. Por mucho que parezca sencillo lograr un pleno, 7 de 7, esto sólo se logra a base de muchísimo trabajo, por eso lo están celebrando así. Estoy muy orgulloso de ellos”, comentaba Pascual, uno de los culpables del éxito de este superequipo diseñado para ganarlo todo.
El cierre de la temporada significó también la despedida de Nikola Karabatic, el mejor jugador del mundo. El francés, tras dos años de blaugrana y cuando le quedaban dos más de contrato, se marchará al PSG.
TONI LÓPEZ JORDÀ