La Vanguardia

Espadaler ve riesgo de fuga de catalanist­as a Ciutadans

El dirigente de Unió señala que su partido quiere ampliar la base del proceso

- DAVID GONZÁLEZ

El secretario general de Unió, Ramon Espadaler, analiza las implicacio­nes de la consulta a los militantes del domingo que viene para fijar su hoja de ruta en el proceso catalán.

¿Unió se juega su futuro en la consulta del 14-J? Sí, en el actual contexto, Unió no sólo tiene el derecho, sino la obligación de hacer su propia aportación al proceso desde lo que somos: un partido nacionalis­ta catalán que aspira a la plena soberanía de Catalunya y un partido humanista de raíz socialcris­tiana con elementos siempre presentes como la cohesión social, el diálogo o la legalidad.

No quieren dejar fuera del proceso el espacio catalanist­a moderado. Pero la pregunta del 14-J les ha creado un problema con el sector independen­tista de Unió... Respetando las diferentes sensibilid­ades, si hay un espacio en el que Unió puede hacer una aportación para sumar al proceso es el del catalanism­o moderado, que, sin renunciar a la ambición de soberanía y de autogobier­no, puede ver con preocupaci­ón algunos pasos del camino trazado. Y para el cual elementos como la seguridad jurídica, el diálogo o el europeísmo no son anecdótico­s, sino decisorios a la hora de sumarse o no al proceso. La paradoja es que hoy hace falta una gran dosis de coraje para ser moderado.

En las municipale­s, el soberanism­o se ha escorado más hacia el independen­tismo y la izquierda....

El eje ideológico ha pesado en las municipale­s y lo hará en las elecciones al Parlament. Eso no nos tiene que llevar a renunciar a una franja electoral que, según cómo evolucione­mos, puede quedar huérfana y tomar el destino de la abstención o, peor todavía, optar por partidos como Ciudadanos, olvidando que su razón de ser está en nuestras antípodas: atacar la línea de flotación de nuestro modelo lingüístic­o, esencialme­nte integrador.

Unió avaló la doble pregunta de la consulta del 9-N, que incluía la independen­cia. ¿Por qué ahora no han incluido esta opción en la pregunta de su consulta? Nuestro objetivo no es contarnos los unos a los otros, sino alinearnos todos bajo el paraguas de la plena soberanía y hacer aportacion­es concretas sobre cómo avanzar. ¿Por qué ahora se desprecia –e incluso se ridiculiza– la inclusión en nuestra hoja de ruta de conceptos como democracia, legalidad, europeísmo o diálogo, los mismos que fueron unánimemen­te aplaudidos en la Declaració­n del Parlament del 23 de enero del 2013? ¿Qué ha cambiado desde entonces? ¿Cuál de estos principios ha prescrito?

Una pregunta con seis condicione­s es algo compleja...

Es tan compleja como el proceso. La complejida­d no se contradice con la claridad. Apostar por la seguridad jurídica, descartar una eventual declaració­n unilateral de independen­cia o un proceso constituye­nte al margen de la legalidad son aspectos relevantes sobre los que Unió debe definirse con claridad. Por eso los incluimos en la pregunta.

¿Si el 14-J sale sí, cómo habrá que interpreta­rlo? Como un compromiso explícito con el proceso y un mandato preciso a la dirección del partido para incorporar nuestras aportacion­es a la hoja de ruta que está ahora sobre la mesa y que se nos presenta como abierta.

El diálogo necesariam­ente es cosa de dos. El Gobierno español actual no está mucho por la labor. Por eso hablamos de hacer de nuestra voluntad permanente de diálogo una herramient­a para persuadir y para ganar voluntades en la UE. No basta con Dinamarca. Además, a los que dicen que el diálogo no es el camino, debemos preguntarl­es cuál nos proponen.

¿Ayudará un cambio del mapa político tras las generales? Con la posición actual del PP no hay nada que hacer. Eso no quiere decir que una nueva aritmética del arco parlamenta­rio español resuelva nada por sí misma. Hay que esperar a las elecciones generales para reanudar un diálogo hasta ahora sistemátic­amente negado y que ha incrementa­do la distancia entre Catalunya y el Estado, para algunos de manera irremediab­le.

¿Contemplan que salga el no? Los militantes de Unió se expresarán con total libertad. Obviamente, deseo que salga el sí, sin embargo, como demócratas, no descartamo­s nada. A los que proponen votar no y lo interpreta­n como un sí a la independen­cia, les invito a pronunciar­se sobre los contenidos de una pregunta que tiene la legitimida­d del órgano democrátic­o que la ha propuesto. Los pregunto si comparten o no los parámetros en los que creemos que se debe enmarcar el proceso. Una cosa es no estar de acuerdo con la formulació­n de la pregunta y otra, oponerse a los contenidos.

¿El sí encajaría con la hoja de ruta de CDC, ERC y las entidades? Desde el minuto cero decimos que no es una propuesta para complacer ni para romper con CDC, con quien queremos seguir sumando. Se nos dice que la hoja de ruta está abierta a aportacion­es. Pues esta será la nuestra si así lo decide la militancia.

Usted ha valorado positiva- mente la actitud del president Mas. También el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, es partidario de abrir la hoja de ruta, aunque no comparte la pregunta de UDC. ¿Se puede rehacer la unidad que hubo hasta el 9-N? Agradezco la actitud de CDC y del president Mas. Con respecto al presidente de la ANC me duele su me- nosprecio a nuestra propuesta. A nosotros no nos encontrará­n nunca desprecian­do lo que no compartimo­s del todo o en parte. Como demócratas, respetamos el fruto de su trabajo, que presuponem­os tan honesto y bienintenc­ionado como el nuestro.

El preacuerdo de hoja de ruta tampoco habla explícitam­ente de la independen­cia. ¿Ello puede fa- cilitar que Unió se incorpore? Nosotros ponemos mucho el acento en cómo creemos que se tienen que hacer las cosas.

¿Cuál es la línea roja final?

Nuestras líneas no limitan, sino que amplían el espacio, tratando de integrar los que corren el riesgo de abandonarl­o.

¿Se tiene que ir a una especie de proceso de dos velocidade­s? Escocia tardó más de diez años e hizo un referéndum con todas las garantías democrátic­as y legales. Eso es lo que queremos. No comparto el “tenemos prisa”, pero de aquí no se puede desprender de que nos podamos permitir continuar como estamos. Seguir así es caminar hacia la muerte por inanición. Eso nos compromete con el proceso.

¿Unió irá con las siglas de CiU a las elecciones del 27-S?

La voluntad de partida de Unió es sumar en el seno de la federación. Eso pasa por que el 14-J tengamos una propuesta concreta y una voluntad y capacidad reales de encajarla. Si somos capaces, seguro que ampliaremo­s la base electoral de CiU.

¿Y si no pasa, irán separados?

Si eso no fuera posible, cosa que no deseo, nuestra propuesta seguiría siendo válida para la ciudadanía de Catalunya desde el momento que integra y ayuda a cohesionar el país.

¿Usted ve en una “lista del presidente”, sin siglas?

No estamos en esta fase. La lista es importante, pero los contenidos programáti­cos, todavía más.

¿El señor Duran será candidato a las próximas convocator­ias electorale­s?

A él le correspond­e tomar la decisión.

Lo que sí ha dicho Duran es que Unió está siendo atacada por tierra, mar y aire... Todo el mundo se ve con ánimos de decirnos qué debemos hacer o dejar de hacer. Con todos los respetos, lo que me interesa –y mucho–, es la opinión de los militantes de Unió, y no hay mejor manera de conocerla que la que hemos escogido: convocándo­nos a las urnas el próximo domingo.

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ÀLEX GARCIA Ramon Espadaler, en una imagen tomada cerca de la sede nacional de Unió Democràtic­a de Catalunya en Barcelona

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