Ocho compañeros del menor con difteria se salvan gracias a la vacuna
Los niños estuvieron en contacto con el enfermo y, aunque son portadores de la bacteria, no han llegado a desarrollar la enfermedad
Ocho niños de los 57 que estuvieron en contacto en la Garrotxa con el menor de seis años enfermo de difteria son portadores de este bacilo, pero no han desarrollado la enfermedad porque fueron vacunados. A los ocho se les está tratando con antibióticos pa- ra evitar contagios, ya que la inmunización evita enfermar, pero no la transmisión de la bacteria.
Ocho niños de los 57 que tuvieron un estrecho contacto con el menor enfermo de difteria también son portadores de esta bacteria aunque no han desarrollado la enfermedad porque están vacunados. Así lo anunció ayer el conseller de Salut, Boi Ruiz, que también explicó que, a pesar de que estos niños están sanos y protegidos por la vacuna, han comenzado a ser tratados con antibiótico y han sido confinados en su casa para evitar que puedan contagiar a personas no vacunadas.
De momento es imposible saber si el niño de seis años que sigue ingresado en estado muy grave en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona aquejado de difteria se infectó a través de alguno de estos portadores o cómo adquirieron el bacilo todos estos niños. El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, que acudió al hospital a ver al chaval, explicó ayer que el pequeño tiene las funciones renal, respiratoria y cardiaca sustituidas “con máquinas”.
Tampoco se descarta que haya más personas con la bacteria entre los familiares y contactos próximos de los ocho portadores. Lo que sí saben, como enfatizó el conseller, es “que en la Garrotxa circula la bacteria de la difteria”, razón por la cual las autoridades sanitarias piden a quienes no estén vacunados que lo hagan cuanto antes tanto en el caso de niños como de adultos que puedan estar mal protegidos porque no se han puesto las dosis de recuerdo. De hecho, desde que se conoció el caso del niño con-
REVELACIONES DEL MINISTRO Una máquina sustituye las funciones cardiaca, respiratoria y renal del menor hospitalizado
tagiado en Olot, muchas personas ya lo están haciendo. El número de vacunaciones de la difteria ha crecido un 20% durante la última semana en la zona afectada por el brote, según los datos aportados por el secretario de Salut Pública, Antoni Mateu.
Según las cifras que maneja el presidente de la Societat Catalana de Pediatria, Ferran A. Moraga, el 95% de los niños catalanes de menos de un año están vacunados de difteria, pero la cobertura baja al 93% a los dieciocho meses (cuando se pone la cuarta dosis), al 90% entre los mayores de seis años (edad de la quinta dosis), y al 80% a los 14 años, momento de la sexta dosis.
El conseller Ruiz subrayó que el hecho de que ocho de los compañeros del niño infectado de difteria también tengan la bacteria pero no hayan enfermado demuestra que “un niño vacunado es un niño protegido”. A este respecto, elogió la doble responsabilidad de los padres de estos ocho niños que, además de haberles vacunado, ahora asumen darles antibiótico y tenerlos recluidos en casa para proteger a los no vacunados. “Se carga a los vacunados un esfuerzo que no tendrían que hacer si toda la población estuviera vacunada”, admitió.
Los niños afectados comenzaron ayer a recibir una inyección intramuscular de penicilina benzatina y dentro de ocho días les harán otros análisis para comprobar si ha desaparecido la bacteria y con ello el riesgo de contagio. Sin tratamiento, el bacilo que causa la difteria puede permanecer en los portadores 6 meses, con el consiguiente riesgo de traspasarlo e infectar a quienes no están inmunizados.
Boi Ruiz, que ha creado un comi- té de crisis para hacer un seguimiento exhaustivo de la situación, volvió a apelar a la responsabilidad “de los antivacunas, de quienes tergiversan el conocimiento y la información científica y difunden mensajes erróneos que confunden a los padres”.
Por su parte, el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, abrió ayer una investigación de oficio sobre el brote de difteria de la Garrotxa “dada la posible afectación al derecho a la salud de los niños y adolescentes”. Ribó ha pedido al Departament de Salut información sobre el control que tiene sobre los no vacunados y sobre las medidas que tiene previsto adoptar para protegerles. El Síndic también se ha dirigido a la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, para que aborde con las instancias estatales el problema de las competencias sobre el calenda-
rio de vacunación y su posible obligatoriedad. A este respecto, el que fue el primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, alentó ayer el debate sobre las vacunas al afirmar que vacunar es un derecho de los hijos, no de los padres, y una obligación por la que deben velar los poderes públicos. “Todo padre debe saber que, de no vacunar a sus hijos, y si a consecuencia de ese riesgo se pro- duce un contagio, es civilmente responsable y susceptible de ser privado de guardia y custodia”, aseguró Urra. Y recordó que la Fiscalía es la garante de los derechos de todo menor, “por ejemplo en caso de negativa de los padres a hacer una transfusión de sangre”.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) se sumó ayer al debate sobre la obligatoriedad de las vacunas. Estas, según la AEP, “debe- rían ser un derecho fundamental de todos los niños. Sin embargo, la instauración oficial de una obligación legal de vacunar podría provocar sentimientos negativos hacia las vacunas”. Por este motivo, la AEP “no se manifiesta favorable a que las vacunas sean obligatorias por ley”.