La empresa actúa
Como cada lunes, Sandra Yunta fue ayer al mediodía al IES Barri Besòs, donde come con un grupo de chicos y chicas de primero de ESO: junto con un grupo de voluntarios, se aseguran de su alimentación, al mismo tiempo que realizan algunas actividades en inglés. Yunta, directora general de Carnival en Barcelona (del gigante americano propietario de Costa Cruceros), canaliza así parte del presupuesto de responsabilidad social corporativa de su empresa (en este caso, 20.000 euros en año y medio). Toda cifra es relativa, pero más allá del dinero, su implicación forma parte de la filosofía que persigue Barcelona Actúa: ayudar a colectivos en situación de vulnerabilidad a través del compromiso y la implicación de voluntarios. Esta plataforma, creada hace tres años, tiene una vocación “horizontal” explica su fundadora Laia Serrano: “Tenemos un voluntariado flexible, una comunidad de personas que genere oportunidades para todos”. Tiene vocación de representar a la sociedad civil, sin subvenciones públicas, pero no resulta fácil que las empresas se suban “al barco”, explica. Tienen poco más de un centenar de socios individuales, y además de Carnival, están Alqvimia, Tarannà, Social Car, Sesaelec, Gaes (apoyando clases de refuerzo en el Poblenou) o Veritas (que cocinará para el Raval). En conjunto, este año BAC se ha propuesto llegar a los 80.000 euros de ingresos.
La RSC arrastra el abuso del marketing de las empresas. Pero Serrano asegura que “cada vez hay más compañías que quieren canalizar sus aportaciones y no siempre saben cómo, ni cómo implicar a sus trabajadores”. Ahora tiene 12.000 personas registradas, gente que necesita ayuda y gente que la da. “Nunca se sabe, hoy puedes ofrecerla, y mañana necesitarla”.