“La colaboración público-privada debe impulsar la transformación productiva”
Cómo valora los 45 años de CAF? El mejor criterio para evaluar la gestión de un banco de desarrollo sea a través del apoyo efectivo que brinda a sus países miembros para impulsar su crecimiento, no sólo económico, sino en todos los aspectos que contribuyan a la mejora de la calidad de vida de su gente. Sumado a este factor, es también clave el nivel de compromiso de la institución en el acompañamiento continuo y permanente a sus países accionistas, independientemente de la coyuntura en el corto plazo. En ese sentido, la evaluación del apoyo brindado por CAF se manifiesta claramente en la confianza ganada entre sus países accionistas en estas más de cuatro décadas, así como el interés de nuevos países de la región en ser parte de la institución. Éstas han sido las principales razones de la importante evolución de CAF y su consolidación como banco de desarrollo de alcance latinoamericano, que hoy cuenta con 19 países accionistas, 17 de América Latina y el Caribe, junto a España y Portugal.
El volumen de aprobaciones a favor del desarrollo y la integración latinoamericana ha crecido y hoy supera los 12 mil millones de dólares anuales, lo cual ubica a CAF como una de las tres principales fuentes de financiamiento multilateral para el desarrollo de la región. En materia de generación y difusión de conocimiento, CAF ha ganado un posicionamiento relevante como referente de la región, así como nexo entre América Latina y el resto del mundo, mediante su vinculación con una extensa red de universidades, centros de pensamiento e instituciones financieras y de desarrollo a escala global.
El balance de estos primeros 45 años es muy positivo, pero no debemos caer en la complacencia, en una región que tiene tanto por crecer y por hacer por su gente, sobre todo en materia de inclusión y equidad social.
¿Cuáles son los desafíos o retos pendientes?
Si bien América Latina tuvo avances importantes en la década pasada, principalmente en materia de reducción de la pobreza y fortalecimiento de las clases medias, la región tiene importantes desafíos estructurales si quiere alcanzar niveles superiores de desarrollo con estabilidad, eficiencia, inclusión, equidad y sostenibilidad. Es necesaria la implementación de un plan estratégico en el que los sectores público y privado compartan una visión integral de transformación productiva y trabajen conjuntamente en temas críticos para el desarrollo: educación, infraestructura, productividad, sostenibilidad social y ambiental y fortalecimiento institucional. Es prioritario que se produzcan avances significativos en políticas que incrementen la productividad y la competitividad, para lograr así un mejor desempeño de los diversos sectores, que permita evolucionar de un mo- delo de ventajas comparativas tradicionales a otro de ventajas comparativas en sectores de mayor productividad, que incluyan nuevas actividades basadas crecientemente en la incorporación de conocimiento y tecnología.
En síntesis, América Latina necesita innovar: mejorar su productividad, cerrar la brecha de infraestructura, incrementar la calidad de la educación e invertir mucho más en I+D.
¿En qué se diferencia CAF de otros bancos de desarrollo?
Uno de los componentes del éxito de CAF, y que caracteriza su modelo institucional, es que es un banco de desarrollo regional, de propiedad (en un 97%) de países emergentes. Esto le permite una visión de desarrollo consensuada entre todos sus países miembros, lo cual le otorga fortalezas que han hecho de este modelo institucional y su gobernabilidad, ejemplo y base para la creación de nuevas entidades de desarrollo en otras regiones. Adicionalmente CAF es hoy para sus países accionistas, más que un banco, un aliado estratégico que les brinda no solo financiamiento, sino apoyo en el diseño de políticas públicas, en la búsqueda de consensos regionales en temas de desarrollo y un actor relevante en la proyección internacional de América Latina en el ámbito global.
¿Qué importancia otorgan a la innovación, las tecnologías y el emprendimiento?
Es necesario fortalecer el potencial de innovación, de emprendimiento y de incorporación de tecnología en sectores no tradicionales dentro de las economías latinoamericanas. Es por ello que el sector privado, junto a los gobiernos, debe impulsar una agenda de transformación productiva orientada a diversifi- car exportaciones pero también a aumentar el valor agregado de nuestros productos. Esto solo es posible a través de una agenda que haga énfasis en los emprendimientos, la tecnología y la innovación, y que valore el papel de la industria y también de un sector servicios basado en conocimiento en el proceso de cambio productivo. Sin esta transformación productiva la región muy probablemente no termine de despegar a nuevos estadios de desarrollo.
Asimismo, América Latina necesita la adopción de nuevas tecnologías para impulsar la eficiencia energética, para renovar y ampliar la capacidad productiva de nuestros sectores industriales y para promover el desarrollo de una economía verde.
Institución. Cuenta con 19 países accionistas: 17 de América Latina y el Caribe, y España y Portugal
América Latina. “Es necesario innovar, incrementar la educación e invertir más en I+D”